El presidente de la Junta Vecinal de Los Sauces sostuvo que el municipio de Esquel sólo invierte en el centro de la ciudad y no en los barrios. Reclamó la limpieza de terrenos baldíos, dado que los vecinos se encuentran preocupados por la presencia de roedores, más obras y una plaza para los más chicos.
El abandono de los terrenos baldíos se ha vuelto moneda corriente en los distintos barrios de la ciudad y esto ha generado gran preocupación en los vecinos por la presencia de roedores e insectos.
Orlando Cardozo manifestó en diálogo con La Portada que en el ingreso al barrio por la calle Gobernador Tello, luego de cruzar el puente, hay baldíos con muchos yuyos y basura. “El municipio nos dice que limpia pero lo hace al costado del Arroyo Esquel y se olvida de la gente que vive del otro lado”, señaló.
Asimismo confió que “los vecinos temen por la presencia de ratas, sobre todo ahora con el hantavirus, y también por las arañas”, y agregó que hay personas que por la noche utilizan este sector como basurero clandestino. Por este motivo solicitó al municipio que coloque cartelería para indicar que está prohibido arrojar basura.
El vecinalista se mostró muy crítico con la política que está llevando a cabo el municipio en materia de obras. “El centro está tan bonito y los barrios tan olvidados. Eso lastima porque todos somos ciudadanos de Esquel y todos necesitamos vivir como lo hace la gente del centro”, planteó.
En este sentido comentó que el reclamo por el buen estado de las calles es de larga data como también la colocación de pórticos en la entrada de los camiones. Sin embargo hasta el momento no ha recibido respuesta alguna. “He llamado a Alejandro Wengier –secretario de Obras Públicas- pero no me atiende. Me preocupa que pase una desgracia”, expuso.
Cardozo, además, sostuvo que en todos estos años como vecinalista del barrio no ha recibido ninguna inversión. “Es mucho el abandono del barrio pero espero que antes de las elecciones empiecen a hacer algo porque los vecinos necesitan respuestas”, destacó.
Aseguró al respecto que “uno hace gestiones pero no sale nada entonces lo primero que va a decir el vecino es que uno no trabaja y no es así. No hay inversión en el barrio”.
En tanto lamentó la poca participación de los vecinos. “Uno empieza con mucha gente alrededor y termina solo”, reflexionó y reconoció que en varias oportunidades pensó en renunciar pero no lo hace porque no hay quien continúe. “Uno elige ser vecinalista porque le gusta, es una vocación”, confió.
Sólo les pidió a los políticos que se dediquen un poco más a los barrios, que también pertenecen a la ciudad, y no tanto al centro.
Una plaza para los chicos
El vecinalista había presentado a través de la Banca del Vecino un proyecto de ordenanza para que el municipio les cediera un terreno donde construir una plaza. Sin embargo el lugar que le habían entregado hoy se encuentra ocupado. De esta manera contó que tiene pensando reiniciar los trámites para que vuelva a ser del barrio. “Queremos una plaza porque vivimos tan lejos y necesitamos un espacio recreativo para los chicos”, concluyó.
