El domingo a la madrugada, un policía intervino en una situación conflictiva que se dio en pleno centro de Esquel.
Al constatar que una persona estaba armada, lo redujo, cayó el arma, la tomó otro sujeto y realizó varios disparos, el primero habría sido dirigido hacia uno de los uniformados, sin lesionarlo gracias a la intervención de un compañero.
Al mediodía se realizó una audiencia de control de la detención y formalización de la investigación.
El funcionario de guardia, Guillermo Moré, describió el hecho indicando que a las 4:20 hs. aproximadamente, en Belgrano y Rivadavia, uno de los imputados portaba un arma de fuego de puño tipo revólver calibre 38 con tambor de seis alveolos sin número de serie con cinco cartuchos a bala en su interior, es decir en condiciones inmediatas de disparo.
Al intervenir personal policial en la maniobra de reducción para quitarle el arma se le cayó y el sindicado le indicó a su acompañante que tome el arma del suelo. El otro sujeto levantó el arma, apuntó hacia otro agente policial y realizó un disparo sin efectuar herida alguna dado que intervino un tercer agente reducirlo. Durante el forcejeo, habría realizado otros tres disparos hacia el suelo sin consecuentes heridas por rebotes.
Los hechos fueron calificados como portación ilegítima de arma de fuego de guerra, imputable en carácter de autor al primero de los imputados, en tanto que al segundo se le atribuye el delito de abuso de armas. En la audiencia de control el funcionario no solicitó ninguna medida de coerción.
El fiscal jefe, Marcelo Crettón, le requirió a Moré un informe escrito. “Las explicaciones no me conforman, el funcionario debió llamar al fiscal supervisor y no lo hizo… realizó bien la descripción del hecho y la formalización de la investigación, pero se equivocó al no pedir una medida de coerción ya que en este caso se daban las condiciones para solicitarla, máxime que uno de los imputados gozaba del beneficio de la libertad asistida. La Fiscalía procurará redireccionar el caso”, sostuvo Crettón.