Fundada en julio de 2016 por los hermanos Rodolfo, Marcos y Darío, la escuela Carossi Basquet cumplió días atrás dos años de vida. Hoy cuenta con más de 160 alumnos en sus diferentes categorías y con jugadores que han sido convocados para reforzar equipos de ligas importantes. Su objetivo no son los buenos resultados, sino formar personas con valores y herramientas para la vida.
Darío Carosso, quien es uno de los profesores de Carossi Basquet, aseguró a La Portada que el primer trabajo que realizan desde la escuela es de contención. “Hoy la familia está muy deteriorada, el chico a esa edad está muy susceptible y solo, entonces los ayudamos si necesitan una maestra particular o si necesitan calzado; trabajamos en muchos aspectos que no tienen que ver con el básquet”, expresó.
Además contó que en la actualidad “la escuela tiene chicos de todas las primarias de Esquel”, y destacó que no se cierra el cupo durante el año ni hay listas de espera. “A los chicos que se van sumando siempre tratamos de ubicarlos de acuerdo a sus gustos y pretensiones”, precisó.
Plan de becas
La escuela también posee un plan de becas para aquellas familias que se encuentran atravesando dificultades económicas o han perdido su fuente laboral, como también un plan de integración para chicos con discapacidad. “Al principio hablábamos de inclusión y ahora ya hay una integración, hay un sentido de pertenencia por parte de los chicos”, resaltó, al tiempo que indicó que “la cantidad de alumnos que tenemos demuestra cómo estamos trabajando y por eso tratamos de ser lo más serios posible”.
Uno de los pilares fundamentales de la asociación son los padres que financia el club a través de la cuota y colaboran con la venta de rifas.
Carossi Basquet también es conocido como “Guardería” por la cantidad de chicos y chicas que tienen. En ese sentido destacaron que “la forma de enseñar educación física en chicos de primaria o secundaria en el Siglo XXI no es la misma que en el siglo anterior”. Desde el club aseguraron que la diferencia con otras instituciones es que “acá jugamos todos”.
