El Jefe de la Unidad Regional, Comisario José Benigno Arias, no ocultó que existen “serias dificultades para el alojamiento” de los detenidos y reveló que las comisarías “están llenas”, con sus capacidades al límite.
“Cuando hay un nuevo ingreso se trata de mediar con el área de Políticas Penitenciarias para la reubicación en otras ciudades”, indicó.
Explicó asimismo que los presos en las comisarias de la zona están algunos procesados y otros condenados con estadía de varios años.
La Segunda, ubicada camino al barrio Badén, no tiene disponibilidad e incluso hay un calabozo ocupado cuando en realidad debería ser reservado a contraventores simples, señaló el funcionario policial.
Resaltó que esta situación genera ciertas complicaciones en el día a día. “Al ser muchos se dan problemas entre ellos mismos.
Constantemente están reclamando por cosas. Por ejemplo, se han quejado sobre los alimentos y tras una pericia se demostró que estaban en buenas condiciones”, completó el Comisario Arias.