Conmovedor discurso pronunció Norita Cortiñas, el lunes en el Centro Cultural Melipal. La Madre de Plaza de Mayo – Línea Fundadora destacó el empuje de los vecinos de Esquel que desde hace más de 20 años se oponen a los emprendimientos megamineros.
No dudó en señalar que “la lucha del pueblo deja un legado hermosísimo” para las futuras generaciones y afirmó, asimismo, que el movimiento del “No a la Mina” es un “ejemplo de cómo puede lucharse sin ejercer la violencia, buscando caminos”.
Confió que su estadía en la ciudad fue emocionante. “Lloré”, aseguró y advirtió que esas lagrimas fueron de pura felicidad. “Lo que hicieron con esta gesta es ayudar a la Patria a desarrollarse”, señaló la ferviente defensora de los derechos humanos.
Sostuvo Cortiñas que lejos de bajar los brazos las comunidades ambientalistas deberían continuar en cada rincón del país en pos de “alcanzar una vida digna” para todos. En ese marco, lamentó que a lo largo y ancho de la Argentina hay compatriotas que la están pasando mal.
Aseveró que las Madres tienen un compromiso irrenunciable de “estar donde hay injusticias” y reiteró la necesidad de que el “No a la Mina” siga presente. “Los logros se van consiguiendo saliendo a la calle. Todos en la calle, es la única manera de que los gobiernos escuchan”, cerró.