El lunes 20 de diciembre próximo Pablo Assin presentará “Memorias” en instalaciones de la Asociación Sirio Libanesa. Es un libro que reúne en cerca de 120 páginas historias de su padre, don Said, un recordado vecino de la ciudad.
La lista de personas que aportaron al crecimiento de Esquel desde sus raíces es enorme y difícil de definir pues alguien quedaría injustamente fuera. Pero seguramente don Said Assin tendría un lugarcito asegurado en ese cuadro de honor, en ese selecto grupo de pioneros.
La semana próxima, el lunes a las 19 horas en la Sirio Libanesa, su hijo Pablo presentará “Memorias”. Se trata de un libro que ordena los recuerdos de don Said, los cuales escribió en una computadora durante los últimos años de su vida.
En diálogo con diario La Portada, Pablo Assin explica que “Memorias” se nutre de los escritos elaborados por su padre antes de partir hace seis años. El crudo era alrededor de 4 mil páginas. Hubo una depuración para dejar 120.
El lector podrá encontrar un sinfín de anécdotas referidas a lugares comunes, el funcionamiento de instituciones como el Correo Argentino y el Club San Martín, y la relación con personajes reconocidos como el “Chula” Campos, Pedro Diez, Julián Ripa y Elena Saunders.
El Viejo Expreso Patagónico “La Trochita”, el Cine Armonía en calle 25 de Mayo, la Asociación de Bomberos Voluntarios, las referencias son innumerables. A aquellos que peinan canas se les caerá un lagrimón al repasar el Esquel de ayer, el que formó al de hoy.
“Hicimos una recopilación de historias y las traducimos en el libro”, comenta. Se realizó una primera distribución entre amigos y familiares. El 20 de diciembre será el turno de la presentación formal ante los vecinos, en la Sirio Libanesa.
Don Said, precisa Pablo, nace en la zona del boquete Nahuelpan allá por 1936. Vivió siempre en Esquel hasta su muerte en el 2015. Fue parte de los inicios de SEROS, de la Asociación de Empleados Judiciales y del destacamento de Bomberos Voluntarios.
En la charla con este medio, Pablo señala que en el año 2009 don Said tuvo que atravesar un problema de salud. Parte de la rehabilitación fue sentarse frente a una computadora para escribir y dejar plasmados sus recuerdos. Nunca se imaginaron que llegaría a las 4 mil páginas.
“El trabajo que hizo es enorme”, sostiene y dice que tras el fallecimiento de su padre decidieron recopilar el material para la posterior publicación. Es un insumo valioso para quienes pretendan conocer un poco más sobre el pasado de la ciudad. Reconoce que darle forma de libro implicó un