Doce familias forman parte de este proyecto de inclusión social y cumplen con el cupo laboral para personas con discapacidad. Piden una prórroga para comenzar a trabajar y reunir el dinero necesario para la compra de un vehículo adaptado. Evalúan recurrir a la justicia en caso de no tener una respuesta favorable.
El Concejo Deliberante de Esquel habilitó a fines del año pasado una remisería operada por personas con discapacidad. Se trata de la cooperativa de Remises de Inclusión Social (RIS) que desde hace casi un año está sin poder trabajar porque aún no adquirieron los vehículos adaptados que estipula la ordenanza.
Dicha ordenanza autoriza al Ejecutivo Municipal a otorgar la habilitación comercial bajo una serie de requisitos. La remisería debe acreditar matrícula ante el INAES y el cumplimiento de todas las obligaciones para la prestación del servicio, la habilitación otorgada no podrá exceder veinte meses desde la fecha de su otorgamiento pudiendo ser prorrogada y deberá contar “indefectiblemente” con dos vehículos adaptados para el traslado de personas con discapacidad con un máximo de cinco vehículos en total.
La cooperativa de Remises de Inclusión Social cumple con las dos primeras condiciones pero no ha podido acceder a la compra de los vehículos adaptados ante la situación económica actual. Por lo tanto solicitaron al Concejo Deliberante que les otorgue una habilitación comercial provisoria para trabajar y así poder reunir el dinero necesario para la compra de uno de los vehículos adaptados.
César Caneo, integrante de la cooperativa de remises, manifestó en diálogo con La Portada que “nos sentimos muy tristes porque nos ponen trabas y no nos quieren dar la habilitación comercial”.
Asimismo explicó que “tenemos cinco vehículos para comenzar a trabajar, está bien lo que exigen pero les pedimos que nos den una prórroga para poder presentar uno de los dos vehículos adaptados”, y planteó que “no les estamos pidiendo que nos paguen la luz, el gas o que nos den un bolsón de alimentos. Nosotros no queremos depender del estado municipal, provincial ni nacional, tenemos las herramientas para salir adelante y sólo les pedimos que nos dejen trabajar”.
Caneo expresó que “les pedimos que sean un poco más flexibles, nosotros hace 9 meses estamos alquilando un local y pagando los servicios, sin saber si nos van a habilitar”, y agregó que “los concejales no están poniendo muchas trabas, entendemos que la ordenanza establece que haya dos vehículos para personas con discapacidad pero por la pandemia no se puede comprarlos sin haber generado el dinero”.
Caneo resaltó que “hay doce familias que esperan una respuesta, ya tenemos la matrícula y el CUIT, sólo nos falta la habilitación comercial. Les estamos pidiendo que tengan un poco de corazón. Tenemos dos personas con discapacidad esperando para comenzar a trabajar como operador y chofer para llevar la comida a su casa”.
Por último contó que los socios de la cooperativa se reunieron en asamblea y decidieron hacer una presentación en la justicia. “Es el último recurso que tenemos porque no entendemos cuál es la traba. El intendente nos atendió muy amablemente y nos dijo que si fuera por él nos habilitaba el lugar para que trabajemos. Es muy dolorosa la situación que estamos pasando, uno no sabe a dónde recurrir y te dan ganas de irte de la ciudad. Los concejales se tienen que poner del lado de los ciudadanos porque para eso fueron elegidos”, concluyó.