Samuel Vargas, a cargo de la dirección de la Guardería Mi Casita, en diálogo con La Portada informó que este año se reiterará la modalidad de asistencia a aproximadamente veinticinco familias, sin presencia en el lugar, teniendo en cuenta la emergencia sanitaria ocasionada por la pandemia y que aún se carece de un protocolo para las guarderías.
Entiende que contar con el mismo llevará algún tiempo más ya que se trabaja con niños pequeños y en esos casos es complejo evitar el contacto o mantener la distancia social.
“Teníamos el deseo de abrir, pero por la pandemia se canceló todo el año pasado. El trabajo consistió en seguir repartiendo alimentos y la ropa que la gente dona. Este trabajo se hizo cada dos semanas”, indicó. Y agregó que “este año seguiremos con esta modalidad de trabajo con el reparto de alimentos no perecederos y ropa a las familias. Habíamos pensando en repartir viandas, pero los recursos son escasos”.
Vargas mencionó que Mi Casita recibe de Supermercados La Anónima “una vez por semana alimentos no perecederos. Con eso se preparan las cajas que se reparten cada dos semanas” como así también “la ropa que entregamos luego de clasificarlas y verificar su buen estado”.
Para finalizar, ante la consulta de si es factible diagramar un protocolo para la Guardería, sostuvo que “es algo bastante complicado porque nosotros trabajamos con niños de 2 a 7 años. Es difícil pedirle a un niño que esté en un solo lugar o que no juegue con otros niños. El distanciamiento no es nuestro método”.