La declaración de la cuarentena, en marzo pasado, para intentar minimizar el impacto de la pandemia ocasionada por el COVID-19 produjo una importante afectación de la economía y derivó en la pérdida de puestos de trabajo en diversos sectores de la población.
Los números indican, por ejemplo, que al menos 400 mil empleadas de casas particulares perdieron su trabajo durante la cuarentena. Solo la mitad cobra su salario como corresponde y el 84% gana menos de 20 mil pesos. Un estudio elaborado por la Unión de Trabajadores Domésticos y Afines (UTDA) asegura que la situación del sector es “desesperante” y que se aguarda el inicio de las negociaciones paritarias.
Los datos, a nivel nacional, de una encuesta realizada por una de las doce entidades que las agrupa y participan del Consejo de Casas Particulares da cuenta del despido “tácito o explícito” de 367.500 empleadas. Pese a que se encuentra vigente el DNU que prohíbe las cesantías y rige la doble indemnización, la inmensa mayoría de esas bajas se produjeron sobre la base de aducir renuncias reteniendo haberes durante la cuarentena y abonándolos todos juntos a modo de indemnización. Otra parte surge de aquellos casos (6,6% del total) que asegura haber sido abandonada por sus patrones que dejaron de depositarle el sueldo sin comunicación alguna.
Para conocer la situación del sector a nivel local La Portada dialogó con Norma Morón, tesorera y vocera del Sindicato de Trabajadoras de Casas Particulares quien aseguró que “ha sido bastante desfavorable porque la mayoría no ha cumplido con el Decreto. En los meses que no fueron a trabajar a muchas compañeras no se les ha pagado cuando el Decreto decía que igual debían percibir su salario”. “Ellas siguen trabajando porque la verdad es que lo necesitan”, remarcó.
Respecto de la provisión de elementos de higiene necesarios en el marco de la emergencia sanitaria indicó que las trabajadoras de casas particulares “tienen sus tapabocas y alcohol en gel” y agregó que “en las casas tienen los elementos necesarios”.
Nuevo pedido
Morón celebró el retorno del servicio de transporte urbano de pasajeros ya que este era un reclamo del sector habida cuenta que es necesario para llegar hasta los lugares de trabajo “algunas compañeras se estaban trasladando en bicicletas, pero se les hacía difícil por los pozos y el barro. Era más fácil ir caminando para evitar algún accidente”.
Adelantó, además, que se volverá a solicitar un valor del boleto diferenciado para las trabajadoras de casas particulares “planteamos que se considerara lo decretado por Nación para el no abono del boleto, pero sabemos que las empresas tienen sus gastos y que deben pagar a sus trabajadores. Por eso pensamos pedir que el valor sea de la mitad. Eso ayudaría mucho”.
Mencionó, en este sentido, que “el boleto sale 27 pesos y hay compañeras que trabajan en Villa Ayelén. Deben trasladarse en el micro que va a Trevelin. Si trabajas por hora te alcanza para ir y venir en el micro”.
En otro orden de temas, Morón, remarcó que “no hemos tenido ninguna comunicación por las paritarias” al tiempo que señaló que “por el tema de la pandemia la han venido postergando”. Cuestionó, en este contexto, los acuerdos que se abonan en tramos “si te dan – por ejemplo – un 25 por ciento de aumento en cuotas es casi nada porque cuando una termina de percibirlo las cosas ya aumentaron un 30 por ciento. Siempre quedamos por debajo de la Canasta Básica”.
Obra Social sin servicio Para finalizar informó que “varias compañeras presentamos, en Defensa del Consumidor, el pago que hacemos a la Obra Social porque no estamos teniendo el servicio. La Obra Social nos respondió que somos pocas personas para poner una oficina aquí. Trataremos de hablar con los presidentes de las Juntas Vecinales para que las compañeras presenten sus carpetas y vean que somos muchas más”.