Organizado por la Municipalidad de Esquel se realizó ayer viernes por la tarde una ceremonia conmemorativa por el Día del Inmigrante. La misma, que tuvo lugar en la Plazoleta de los Inmigrantes respetando el protocolo de bioseguridad dispuesto por las autoridades sanitarias en el marco de la emergencia sanitaria, contó con la presencia de autoridades municipales, diferentes instituciones, y miembros de las distintas colectividades de la ciudad.
El acto fue presidido por el secretario de Cultura y Educación de la Municipalidad de Esquel, Damián Duflós, junto al presidente del Honorable Concejo Deliberante, Alejandro Wengier, y contó con la presencia de los secretarios de Gobierno, Julio Ruiz; y de Deportes y Educación, Mariela Sánchez. También participaron los concejales y autoridades de fuerzas Armadas y de Seguridad, y de otras instituciones de la ciudad.
En la celebración se hicieron presentes las banderas de ceremonia de las colectividades Alemana, Búlgara, Chilena, Francesa, Galesa, Italiana, Lituana, Paraguaya; la Asociación Galesa, la Asociación Sirio Libanesa y el Fogolar Furlan Esquel.
Luego de entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino, se rindió homenaje a los pioneros que no están fisicamente y a aquellos miembros de colectividades que aportaron al desarrollo social, cultural, deportivo y económico en la comunidad. En este marco, el secretario de Cultura, Damián Duflós, junto al Presidente del Concejo Deliberante, Alejandro Wengier, y la vecina Inés Braese, depositaron una ofrenda floral en el monumento que rinde homenaje a los inmigrantes en Esquel.
Seguidamente se realizó un minuto de silencio en homenaje a aquellos primeros pioneros que hoy ya no están entre nosotros, y que han forjado las bases de la ciudad. Fueron mencionados en esta ocasión Fátima Braese, María Teresa Roberts “La Peruana”, Amin Corball, Lizzie Freeman, Gwladis Pritchard de Freeman, Wenmair Williams de Prestía, Elena Olivo de Saunders y María de las Nieves Román de Moreno.
Reconocimientos
En la oportunidad también se le hizo entrega de un certificado de reconocimiento a Lina Pastore de la colectividad paraguaya; Ingeborg Knodler, inmigrante alemana; Carlos Wodtcke, oriundo de Alemania; y Carlos Federico Becker, fundador de la clásica Confitería Suiza. Todos con una historia de vida muy particular transcurrida en Argentina luego de dejar sus países de origen, encontrando en Esquel un lugar para vivir y trabajar.
Posteriormente, en representación de la Alianza Francesa, Nathalie Pellerin pronunció palabras en alusión a tan importante fecha. “Hoy 4 de septiembre venimos a celebrar el día del Inmigrante, tal lo venimos haciendo desde hace muchos años, para conmemorar y recordar, a aquellos que buscando un mundo nuevo abrazaron estas tierras y se cobijaron bajo el paño celeste y blanco” señaló la descendiente de franceses quien hizo un repaso de la llegada de los pioneros franceses al país. “La gran ola de franceses que llega al puerto de Buenos Aires, fue un poco antes que la de los españoles e italianos: en 1820 llegan unas 220.000 personas a instalarse definitivamente. Las razones por las que vinieron? fueron las de muchos otros inmigrantes, redefinición de fronteras; rechazo ideológico a la guerra, temor a ser perseguido, negativa a pelear, escasas tierras para cultivar; ausencia de porvenir, huyendo de pestes, del hambre… pero siempre con la esperanza puesta en ese sueño de progresar en un lugar en el mundo donde establecerse y lograr estabilidad espiritual, familiar y laboral” indicó Pellerín. Y agregó que “en esta región de la Patagonia no fue la excepción los “argentinos” adoptaron a estos franceses tanto como ellos necesitaban ser adoptados. En sus valijas traían conocimientos de vías férreas, de comunicación, de industrialización, de docencia y colaboraron en cuanta actividad les fue posible introducir sus experiencias”.
Pellerín tampoco pasó por alto la figura de Saint Exupéry y Mermoz, a quienes recordó como esos arriesgados pilotos de Aeropostal que se ocupaban de traer el correo hasta Comodoro Rivadavia y Trelew cruzando la cordillera como si fuera un viaje placentero.
En el cierre de su alocución, Pellerín recordó a “aquellos italianos, españoles, suizos, galeses, paraguayos, brasileros, chilenos, lituanos, sirio libaneses, yugoslavos, belgas, alemanes, que por primera vez contemplaron en el cielo argentino el presagio de la fortuna y la felicidad, rescatamos en estos momentos los elementos preciosos que trajeron en sus equipajes; su pluralidad, su respeto a los demás y su esperanza de ser respetados, hoy forman parte de la tierra que quisieron como suya y nuestro agradecimiento porque llegaron a nuestra bendita tierra, vaya nuestro respeto por su enorme valentía y osadía de dejar una vida al otro lado del océano para construir una nueva, en esta hermosa ciudad”.
Celebrar las diferencias
En representación de la Municipalidad de Esquel las palabras alusivas estuvieron a cargo del secretario de Cultura, Damián Duflós, quien en su discurso expresó, “desarraigo, miedos, incertidumbre y anhelos… tal vez los ojos llorosos y un puñado de sueños. Nuestro mundo es uno solo y sin embargo está lleno de fronteras. Somos una sola especie y sin embargo buscamos motivos para dividirnos. Hoy es el día en que podemos celebrar las diferencias, las distintas culturas, ideas y creencias. Hoy podemos honrar el encuentro en un lugar común, compartir un mismo sueño y llamar a esa comunión hogar. El hogar es donde se encuentren nuestros corazones”.
Hoy, “nos toca vivir épocas difíciles, estamos colmados de dudas y cuesta mucho encontrar un mensaje de esperanza en estos días tan dinámicos, producto de una pandemia que ha golpeado a nuestro mundo lleno de fronteras. Leon Gieco dice en una canción: La cultura es la sonrisa para todas las edades, puede estar en una madre, en un amigo o en la flor o quizás se refugie en las manos duras de un trabajador”.
“En las manos duras de un trabajador, en la pluma y en las ideas de un escritor, en los inventos y descubrimientos de un científico, en la canción de un músico. Allí está nuestra Cultura, la historia de nuestro país, plagada de anécdotas de inmigrantes que eligieron esta tierra para llamarla hogar. Brindemos homenaje a aquellos pioneros y visionarios. Celebremos la diversidad de nuestra riqueza cultural. Desarraigo, miedos, incertidumbre y anhelos… tal vez los ojos llorosos y un puñado de sueños”, concluyó.