La creciente exposición de los chicos navegando por internet tiene riesgos que merecen la atención de los padres. Uno de esos peligros es conocido como “grooming” que, lisa y llanamente, es el acoso sexual virtual a menores. Diario La Portada habló con el fiscal Carlos Richeri, un profesional que desde la Justicia sigue bien de cerca el flagelo.
La definición más común de grooming indica que es “la acción deliberada de un adulto de acosar sexualmente a un niño, niña o adolescente mediante el uso de Internet, a través de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos (redes sociales, páginas web, aplicaciones de mensajerías como whatsapp, etc.)”.
Carlos Richeri, titular de la Agencia de Violencia de Género y Delitos Sexuales, entendió que durante las semanas de aislamiento obligatorio por el coronavirus es posible que haya crecido la cantidad de horas de los chicos frente a la computadora, dando vueltas por las redes sociales. En consecuencia aumenta la probabilidad de ser víctima de grooming.
Según dijo, a nivel mundial se incrementó el flujo de información (videos, fotos y material) referida a la explotación de niños. Sostuvo que la problemática en cuestión “me genera la obligación de estar comunicando y haciendo foco en la prevención” como herramienta primordial, entendiendo que el gran escollo es “la falta de conocimiento” en torno al tema.
Aseguró que es necesario trabajar fuertemente en estrategias concretas de concientización y en consecuencia llamar la atención de los padres. Las campañas de información deberían multiplicarse. “Cuando están conectados nuestros hijos pueden estar expuestos e incluso en contacto con desconocidos”, enfatizó.
Precisó asimismo que el llamado “grooming” refiere a un acoso estrictamente de tipo sexual, “al menos nosotros lo tenemos configurado de esa manera”. De acuerdo a la legislación vigente, se trata de un mayor de 16 años que comete un delito contra la integridad de un menor, y que se vale de internet como medio para ganar confianza.
“Los papas tienen…
… que animarse a hablar con los chicos y cortar con la idea de que es algo nuevo y que de eso no sabemos”, realzó Richeri, añadiendo que cada semana surgen en la web aplicaciones nuevas y vías para que se desarrolle el contacto virtual. “Es cierto que los adultos quizás no alcancemos ese nivel de manejo en los sistemas pero sí es importante animarse a hablarlo con los hijos”, reforzó.
Recomendó luego informarse sobre la problemática con la organización sin fines de lucro Grooming Argentina, que tiene presencia en diferentes puntos del país. “Es una ONG que los padres tienen a disposición para consultar y ver material claro”, expresó. En el sitio web se publican las novedades y datos de interés.
La Justicia
Por otro lado, comentó que en el último tiempo personal de la Policía e integrantes de la fiscalía recibieron capacitaciones referidas al flagelo. “Es un delito nuevo que nos obliga a prepararnos porque la modalidad de investigación es diferente. Por ejemplo, puede suceder que alguien en un país lejano esté contactando a un nene de Esquel”, planteó.
“Las empresas que prestan servicios de internet y el Estado firmaron convenios donde se suministra la información sin tener que pasar por los canales (burocráticos) de cancillería”, destacó el fiscal Richeri en la nota con diario La Portada, subrayando asimismo que “eso facilita mucho el proceso de investigación”.
En cuanto a la pena que prevé este tipo de delitos, respondió que “tiene la misma que el abuso sexual simple” con un máximo de cárcel de 4 años. A su vez, envió una recomendación: “a los padres les decimos que no borren los mensajes, no bloquen tampoco porque puede que se borre todo. Tampoco se hagan pasar por el menor porque modifica la estructura penal”.