El Presidente de la Nación, Alberto Fernández, brinda este domingo su discurso en la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso.
El mandatario habla ante un recinto completo de legisladores, ministros, gobernadores y dirigentes.
Fernández atacó la “lógica” de la mentira en el mundo de la política y puso el acento “en el valor de la palabra”. En democracia “la mentira es la mayor perversión. Gobernar es admitir la verdad y transmitirla tal cual es para transformarla”.
“Vengo a contarles en qué lugar estamos parados como sociedad. Cuáles los riesgos y las fortalezas para avanzar. Vengo a hablarle a la Argentina toda. Ratifico mi compromiso de cambiar el rumbo de la Argentina”, indicó.
“Hemos encontrado una situación extremadamente delicada”, señaló Fernández y machacó contra la gestión anterior. Pero aclaró que “no busco revancha”.
Repasó el escenario “en el que asumimos” el Gobierno allá por diciembre del 2015, con inflación elevada, deuda pública “récord”, desocupación alarmante, largos meses de caída de actividad industrial y aumento desmedido en los servicios.
“Encontramos un Estado debilitado”, reafirmó y lamentó que la Administración de Macri “lastimó la relación con los trabajadores”.
Por otro lado, pidió “comenzar por los últimos para así llegar a los primeros” y dijo que “la solidaridad” es la variable principal para superar el escenario de crisis.
“Nos ocupamos de quiénes han sido olvidados”, manifestó en su discurso y apuntó a “detener la caída de argentinos a la pobreza”, agregando que las primeras medidas fue atender la capacidad de consumo de los sectores más vulnerables.
Plan contra el hambre
“Pusimos en marcha un programa que aspira a que todos los argentinos derroten el hambre”, planteó, añadiendo que “la lucha contra el hambre es nuestra prioridad. Comer no puede ser un privilegio”.
Destacó la implementación de la Tarjeta Alimentaria, habló del 18% de aumento en las jubilaciones mínimas, el programa remediar, el bono, rebaja en valor de medicamentos, etc.