El calendario electoral por demás extenso, especialmente en la provincia del Chubut, llegó a su fin y ahora llega el momento de tomar definiciones respecto de quienes integrarán los gabinetes tanto a nivel municipal, provincial y nacional.
“La danza de nombres” comenzó tiempo atrás, sin embargo los elegidos por los votantes decidieron tomarse un tiempo para diseñar sus gabinetes.
En esta instancia fueron variados los aspectos que se tuvieron en cuenta tales como la gestión realizada (entre quienes continuarán en sus cargos), los compromisos asumidos antes de los comicios, el perfil de los y las candidatas a integrar las distintas áreas.
En el ámbito local no se esperan grandes cambios en el gabinete del intendente Sergio Ongarato quien dará a conocer todos los nombres en las próximas horas. Algunas áreas serán fusionadas con Secretarias ya existentes, pero hasta allí las modificaciones.
El Estado provincial plantea un panorama mucho más complejo ya que la situación económica y de discusión con los gremios estatales en esta segunda etapa del año desgastó la figura de muchos integrantes de Gabinete de Mariano Arcioni quien debió realizar cambios en forma permanente.
El Gobernador prometió dar a conocer “un nuevo gabinete más dinámico”, sin embargo ya se conocen nombres de personas que ocuparon cargos y fueron apartados de los mismos. Podríamos decir, en algún caso en particular, que se trata del retorno de quien en realidad nunca se alejó de la gestión.
El presidente electo Alberto Fernández, por su parte, daría a conocer el gabinete nacional la próxima semana. Algunos nombres conocidos seguramente retornarán a la política luego de cuatro años.
Las expectativas, en todos los casos, no deberían centrarse en los nombres sino en los perfiles y en las reales capacidades para desempeñar el cargo.
Los ciudadanos, máxime quienes debieron soportar el ajuste, la inflación, el desempleo y los despidos de la actual gestión de Mauricio Macri, merecen políticas públicas que les ayude a recuperar derechos perdidos.
La situación es, para miles de argentinos, casi insostenible y revertirla debe ser una prioridad. En este punto la “danza de nombres” es sólo eso y las ambiciones personales no deberían tener espacio.
Foto: Imagen ilustrativa.
