El caso que investiga una denuncia por violación a una joven en Esquel finalmente no será archivado y continuará su curso pero con un nuevo fiscal a su cargo que reemplazará a la funcionaria María Bottini. Romina Villaverde, madre de la víctima, fue citada hoy a una audiencia donde se le dará a conocer su nombre. Ella sólo pide que se haga justicia para que su hija pueda vivir en paz y no haya más víctimas.
Luego de que Romina Villaverde diera a conocer en los medios de comunicación la denuncia que realizó en enero de este año por la violación que sufrió su hija, el Fiscal en Jefe, Fidel González, se comunicó con ella por intermedio de una abogada del Servicio de Asistencia a la Víctima de Delitos (SAVD) para informarle que la causa no será archivada como ella tanto temía. Asimismo le aseguró que continuará la investigación con un nuevo fiscal y la citó a una audiencia para este miércoles con el fin de comunicarle su nombre.
Romina había manifestado en una entrevista con La Portada que se encontraba preocupada porque el caso no avanzaba y la fiscal María Bottini le había dicho que no había nada más por investigar. “Las pericias psicológicas dieron positivas como así también las físicas, y hay llamadas entre la amiga de mi hija y el imputado que no se investigaron”, remarcó.
El hecho denunciado ocurrió el 2 de septiembre del año pasado. Su hija, que estudia en Córdoba, había venido a la ciudad porque había paros docentes y su mamá le había pedido que la visitara. Ese sábado salió con una amiga a un bar conocido de la ciudad. Su mamá se preocupó muchísimo al notar que eran las 6 de la mañana y su hija todavía no había regresado. La llamó a su teléfono pero nunca respondió. Luego probó con su amiga, quien tardó en contestar y cuando lo hizo le dijo que su hija se había ido con un hombre y que le había dejado su teléfono. Romina no le creyó y todo le pareció más raro aún. Después recibió un mensaje de la amiga con una captura de pantalla en la que su hija decía que estaba en camino a su casa. Cuando llegó, su hija, que estaba muy mal y angustiada, le contó que había sido violada, que no había podido mover sus piernas ni brazos por algo que le habrían suministrado en algún momento de la noche, y que gritó hasta el cansancio que no.
Romina lucha para que continúe la investigación y se haga justicia por su hija que no quiere regresar a la ciudad porque no se siente protegida. “Esto nos mató como familia, nunca vamos a volver a ser los mismos, pero queremos justicia y que este chico no esté más en la calle”, concluyó.