En diálogo con diario La Portada, Santander sostuvo que el déficit de trabajo es la principal problemática en la ciudad y que no hace falta recorrer mucho los barrios para corroborarlo. “Lo vemos. Se nota a simple vista”, enfatizó. No hay índices oficiales de desempleo en Esquel. Algunos los sitúan por arriba del 10 %.
Planteó que las pocas oportunidades laborales, la pérdida de poder adquisitivo de quienes si tienen un empleo estable y el escenario económico generalizado llevó a que la gente tenga que rebuscársela. “Últimamente se están haciendo muchos mate bingo para juntar planta”, comentó el titular de la Junta.
Reveló que recibe reiterados pedidos de parte de los vecinos para usar el Salón de Usos Múltiples (SUM). “Hay muchas ferias también”, agregó y mencionó al trueque como una nueva modalidad, que gana terreno y empezó a tomar fuerza recientemente. “Nuestro barrio no es ajeno a lo que se vive en otros lugares”, expresó.
Dijo que el “Club del Trueque” funciona hace tres meses y que es un espacio de intercambio no sólo de alimentos de primera necesidad sino que además de diversos productos reservado para quienes no la están pasando nada bien. Dejó en claro que esta clase de propuestas son de “ayuda mutua” y vitales en un contexto de económica frágil.
Poca participación
Crítico se mostró con la actual gestión de Gobierno al indicar que en estos años los dirigentes barriales no tuvieron participación ni consultas en la toma de decisiones. Aclaró de todas maneras que no tiene mala relación con un funcionario en particular y que siempre trató de mantener un vínculo armonioso.
Citó como ejemplo la implementación del programa “Plan Calor” y lamentó que “no fuimos consultados” a nivel organizativo; sólo “nos informaron que tal fecha arrancaría la distribución” de la leña a las familias sin el servicio de gas natural. “Nosotros somos el nexo con los vecinos pero el que termina definiendo es la Municipalidad”, señaló.
Fin del mandato
Por otro lado, recordó que en el mes de agoto concluye su mandato al frente de la Asociación y que su idea es no renovar, para así “dar paso” a nuevos vecinalistas. Adelantó que habrá elecciones e invitó al conjunto de los vecinos para que participen de la vida institucional en el Ceferino, uno de los más poblados de la ciudad.
Afirmó que el balance luego de cinco años de gestión es positivo y explicó que el barrio alcanzó un desarrollo relevante en los últimos tres lustros. Repasó los programas de mejoramiento barrial (Mejor Vivir y PROMEBA) y destacó la incorporación de servicios básicos. Hoy son cerca de 80 las familias que carecen de gas natural.
Reveló que entre sus mayores satisfacciones ubica haber terminado el SUM y los 45 terrenos para familias de la zona, como así también el aporte de vecinos a través de talleres y actividades. De inmediato lamentó que con el actual Gobierno de Sergio Ongarato “no pudimos avanzar” con proyectos concretos.
