Con un alto nivel de acatamiento, en todo el país, se llevó a cabo el pasado lunes el tercer Paro Nacional de la Confederación General del Trabajo (CGT) – al que adhirieron las dos CTA y diversas organizaciones sociales – al Gobierno de Mauricio Macri en rechazo a la política de ajuste que impone la gestión Cambiemos.
Devaluación, caída de la actividad económica, creciente desocupación, tarifazos y Proyecto de Reforma Laboral son algunos de los problemas que sumaron al descontento de la población en especial de aquellos que se sienten particularmente afectados por la crisis económica.
Una encuesta, recientemente publicada en medio grafico nacional, indica que existe un “grave deterioro de los índices sociales”. Su fuente, para tal afirmación, es un estudio del Monitor del Clima Social (MCS) relevado por el Centro de Estudios Metropolitanos.
El mismo asegura que “la mitad de los encuestados redujo lo que come por no poder pagarlo, uno de cada tres pasó hambre, la mitad tiene un familiar desocupado y a seis de cada diez no le alcanza el sueldo” al tiempo que afirma “estar peor que el año pasado”.
El panorama provincial no escapa a lo que sucede en el resto del país con un conflicto que mantiene a los trabajadores estatales en lucha – con toma pacifica de edificios – desde hace varias semanas en distintas ciudades en reclamo de incremento salarial de emergencia, pase a planta permanente del personal precarizado y cumplimiento de los Convenios Colectivos de Trabajo.
Según las últimas estadísticas del INDEC Trelew y Rawson son las ciudades con mayor desocupación del país. Uno de cada tres jóvenes, en la zona del Valle, no cuenta con empleo. Comodoro Rivadavia, por su parte, tiene 4 mil desocupados.
En este contexto, el gobernador Mariano Arcioni, manifestó en relación al Paro Nacional del lunes mediante una gacetilla de prensa oficial (emitida en la tarde del domingo) que “hay señalas que hay que escuchar y actuar en consecuencia”. Y, para sorpresa de propios y ajenos, admitió que la desocupación y la recesión generan un “coctel preocupante”.
En tanto el Gobierno Nacional discute cuánto dinero costó el Paro Nacional (cerca de 29 mil millones de pesos) desde la dirigencia sindical – e incluso economistas – se advierte que las consecuencias negativas de la actual crisis podrían acentuarse en este segundo semestre tras el acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La CGT le pidió al Gobierno Nacional que “reconozca el fracaso” y cambie el rumbo de su política económica.
El presidente Mauricio Macri deberá demostrar capacidad para leer el descontento, preocupación y sufrimiento de la gente que hace sentir su presencia en las calles en forma más que contundente y que está dispuesta a volver a hacerlo si fuera necesario. Pensar – y trabajar con responsabilidad – por el bienestar del pueblo no es imposible.
