Decenas de chicos, jóvenes y adultos asisten al Centro Comunitario del barrio Malvinas, en Trevelin. Permanece abierto durante gran parte de la semana con una variedad de talleres. Además, ofrece la copa de leche.
El Centro Comunitario del barrio Malvinas cumple una función social importante hace más de una década. Nada despreciable. Al contrario. Es un punto de encuentro para los vecinos, un ámbito de formación e ideal para potenciar habilidades y un espacio de contención.
Elfrida González está a cargo desde el 2010. “Trabajamos todo el día, de mañana y tarde”, dice a diario La Portada. Orgullosa cuenta que reciben gente de distintos puntos de la ciudad, principalmente del Promeba, 52 Viviendas, 83 Viviendas y 10 Viviendas, entre otros.
Señala que un grupo de mujeres trabaja de forma voluntaria para atender la demanda que es alta. Hay muchos concurrentes. Los talleres de folklore, cocina saludable, pintura y crochet funcionan con un buen marco de público, explica.
Indica además que asisten personas de distintas edades: niños, jóvenes y adultos. No hay impedimentos. Las actividades que se realizan en el lugar son diversas y a las propuestas de formación mencionadas anteriormente se le agrega la copa de leche.
“Los chicos vienen a tomar la leche”, cuenta. Un servicio que cobra mayor relevancia en un contexto de la economía complejo para muchas familias. El Centro Comunitario no escapa a esta lógica. Se le hace cuesta arriba comprar insumos para los talleres y la copa.
Elfrida subraya que todo es a pulmón y que cualquier ayuda siempre es bienvenida. Hay vecinos que al participar de los talleres o ferias deciden acercar también productos de limpieza, te, azúcar, yerba, leche o prendas de vestir, por ejemplo.
Por eso en el Honorable Concejo Deliberante hay un proyecto de resolución apuntando a destinar un monto determinado (150 módulos) del presupuesto legislativo para los gastos de funcionamiento que posee el complejo del barrio Malvinas.
Asegura que es reconfortante hacer algo por los demás, por los más necesitados sobre todo. Destaca la colaboración de quienes brindan talleres y de aquellos que ayudan. “Siempre digo que es importante sacrificarse en la vida”, remarca.
Reconoce que el panorama económico es desalentador pero entiende que saldremos adelante sólo redoblando esfuerzos, cada uno desde el lugar que le toque. “Es difícil pero hay que llevarlo adelante”, sostiene Elfrida.
