Baños con letrinas y mingitorios, piletas que pierden, mochilas que no funcionan, tanques de agua con poca reserva, filtraciones de humedad, falta de pintura y cercos rotos son algunos de los problemas que presentan las escuelas de Esquel ante la falta de mantenimiento edilicio por parte del Gobierno Provincial. Bajo estas precarias condiciones los alumnos comenzarán el próximo 5 de marzo el Ciclo Lectivo 2018.
Año tras año se repiten los reclamos en las diferentes instituciones de la ciudad y en algunos casos llegan a ser históricos como es el caso de los baños de la Escuela N° 24, que aún conserva el sistema con el cual empezó: letrinas y mingitorios. Un servicio primitivo y poco higiénico para el siglo XXI.
Su directora Sandra Simeoni contó a La Portada que desde su ingreso a la institución, que fue en 2014, le prometieron baños nuevos. Sin embargo hasta el momento no hay indicios de que eso vaya a ocurrir ya que durante el receso de verano nadie se acercó a evaluar el estado del edificio. “Estamos en las mismas condiciones en las que terminamos”, expresó, al tiempo que destacó que “el mantenimiento que se realiza es el aseo del edificio, el cuidado del jardín y la limpieza del predio que lo hace el propio personal de la escuela”.
A través de la Cooperadora hicieron el escenario y la parrilla de afuera, se pintó el interior del edificio, se compraron telas para cortinas y se mantuvo en buen estado la cocina y el comedor donde les brindan la Copa de Leche a más de 250 chicos todos los días. Sin embargo Simeoni aseguró que “la deuda histórica” son los baños. “Es lo más alarmante para mí porque es increíble ver que todavía haya mingitorios y letrinas en una escuela. Las chicas se mojan el dobladillo del pantalón y los chicos hacen pis contra la pared con un sistema que lava los azulejos; es un viaje en el tiempo”, describió.
También indicó que la mitad de las mochilas no funcionan bien, la pérdida de agua en canillas y piletas y la aparición de filtraciones en las paredes que generan humedad y moho. Otro de los reclamos pendientes es la colocación de un tinglado en el patio para que los chicos puedan jugar resguardados de la lluvia y el sol.
Cerco inseguro
Claudia Caneo, vicedirectora del Turno Tarde de la Escuela N° 758, destacó que las mejoras que se han ido realizando en el edificio son con plata de la propia institución, con la colaboración de la cooperadora, el equipo directivo y los porteros. Actualmente no tienen grandes problemas de agua y gas; su mayor preocupación es la seguridad. El año pasado han sufrido tres robos, uno de los mayores inconvenientes era la falla en la alarma que finalmente se solucionó. Sólo resta que desde el Ministerio de Educación se envíe, como se había prometido, a alguien para terminar el cerco que se encuentra incompleto en algunos sectores. Caneo, además, opinó que el material del que está hecho “no es seguro porque los chicos juegan a la pelota y se pueden lastimar”.
La escuela cuenta con más de 700 chicos en sus tres turnos y la misma institución es la que brinda la Copa de Leche. “Sale del esfuerzo de los docentes y los chicos”, resaltó. También se puede observar la falta de luminarias, vidrios y pintura, todo lo propio a la falta de mantenimiento. “Nadie vino a ver cómo estábamos, el SUM se pintó con el bolsillo de la escuela, el Club Independiente Deportivo donó pintura antideslizante para el piso y las iglesias a las que les prestamos el espacio nos dieron tela para las cortinas”, confió.
Un edificio histórico abandonado
La Escuela N° 76 se fundó unos años antes que la ciudad, en 1903, y ha sido declarada Monumento Histórico Municipal. Sin embargo en los hechos esto no servido de mucho ya que al igual que las otras instituciones se encuentra deteriorada y sin mantenimiento. Sus reclamos históricos son las filtraciones en las paredes, la pintura externa e interna del edificio y el sistema sanitario que es obsoleto. Su director Walter Lara contó que en las últimas semanas logró que personal de Obras Públicas se acercara a pintar algunas paredes porque “había mucha humedad”. Para esto destacó que tuvieron que comprar todos los materiales a través de la cooperadora.
Problemas con el agua
Gustavo Devesa, vicedirector de la Escuela Politécnica, se mostró preocupado por las pésimas condiciones del edificio. Los tanques de agua no llegan a cargarse por el poco caudal que hay, lo que hace peligrar el inicio de las clases de no solucionarse. A su vez esto dificulta las tareas de acondicionamiento y limpieza de la escuela.
Si bien desde Obras Públicas se realizó un relevamiento antes del receso invernal donde se comprometieron a solucionar los problemas durante el verano, no se hizo nada. “Los baños siguen igual que el año pasado, muchas canillas no funcionan o quedan perdiendo”, contó el regente Francisco Silvestri.
Alrededor de 600 chicos asisten a la escuela en sus dos turnos, los cuales permanecen casi todo el día entre la cursada y los talleres. “Siempre hacemos lo posible para garantizar el servicio educativo pero llega un momento en que hay que ponerle un freno a la situación porque no se puede seguir sosteniendo esto, se está jugando con la salud de los chicos”, cerró Devesa.
