El inicio de un nuevo año renueva las esperanzas que todo puede ser mejor, sin embargo también se renuevan las certezas en este 2018 que el factor económico será el eje de las preocupaciones de los trabajadores, de quienes buscan empleo y de quienes tienen la responsabilidad de llevar adelante los gobiernos municipales y provinciales.
En la ciudad de Esquel, el Poder Ejecutivo, comenzó Enero delineando los objetivos a cumplir en cada área los cuales estarían vinculados con las “promesas de campaña”. La generación de fuentes de trabajo genuinos y dar solución a la problemática habitacional serían la prioridad. A ello debe sumarse la decisión del Gobierno Municipal de recortar las horas extras a los empleados manteniendo solamente las mismas en las áreas de Bromatología, Comercio y Tránsito a fin de mantener cierto equilibrio en las cuentas.
En el orden provincial, por otra parte, se asegura que los puestos de trabajo de los empleados estatales no están en riesgo y que sólo se harán “recortes” en la planta política.
En este 2018 el proceso de ajuste llegó para quedarse y, como suele suceder, las consecuencias las pagan los trabajadores que deben soportar la crisis económica con sueldos que no se condicen con los valores de la Canasta Básica, que no tienen negociaciones paritarias que les permitan incrementar mínimamente sus salarios y que ahora además ven peligrar sus fuentes de empleo. La situación podría tornarse aún más compleja con la posible aplicación de la Reforma Laboral que genera rechazo por parte de los Sindicatos y Gremios.
El panorama es – a todas luces – desalentador y será obligación de quienes gobiernan que el impacto de las medidas que se tomen sean sólo transitorias y no afecten a los sectores más vulnerables de la sociedad
