“La música es mi forma de hacer catarsis”, le dijo hace un tiempo a diario La Portada el secretario de Cultura y Educación, Damián Duflós. Está claro que se siente realmente cómodo arriba del escenario, con la guitarra en mano y la armónica en movimiento, haciendo lo que en definitiva pareciera ser su gran pasión: el rock and roll.
La salida de Valentina Hassan de Cultura le abre las puertas a un Duflós que llevaba varios años viviendo en Neuquén. Luego de meditarlo mucho decide aceptar la propuesta del intendente Ongarato y pega la vuelta. Consigo trae a sus tres hijas pequeñas y de inmediato se adapta al ritmo de una ciudad que en nada se asemeja a la capital neuquina.
Si bien está dedicado full time a su función como responsable de Cultura, de vez en cuando despunta el vicio junto a los compañeros de la banda que integra. El miércoles de la pasada semana El Bodegón fue testigo de una noche a puro rock de los 50. “Johnny B. Goode”, algunos de los cásicos interpretados en la Casa del Blues local.
Seguramente la música le debe traer menos dolores de cabeza que su actividad política en el municipio de Esquel. La exposición que genera estar dentro del Gabinete -y ser parte del Gobierno- poco debe parecerse a la que tiene estando de cara al público, en un recital, cantando y con algún instrumento a cuestas.
El balance de su paso por la Secretaría y el aporte que haga a la ciudad en materia de Cultura se analizará con mejor claridad ni bien finalice la gestión. Mientras tanto hay una cosa que no merece mayor discusión: sobre el escenario, Damián Duflós se convierte en el funcionario municipal que más aplausos recibe.