Semanas atrás aproximadamente 30 personas, movilizadas por las ganas de dar un primer paso en la búsqueda colectiva de encontrar un espacio político en Esquel desde el que se pueda abordar la construcción de una nueva mayoría, nos juntamos a preguntarnos juntos la mejor manera de transitarlo.
Fue gratificante encontrarnos hablando de este tema con muchos que, aun conociéndonos, era la primera vez que compartíamos este tipo de encuentros. El colectivo se evidenció claramente heterogéneo en cuanto a su experiencia política, a las pertenencias o independencias políticas de sus participantes. No sólo fue motivadora esta diversidad sino que el debate y su contenido, como las formulaciones hacia adelante, también lograron contenernos y proyectarnos en común.
Funcionamos en grupos y en plenario. El registro expresa un tránsito de los grupos en su debate por varios tópicos que a continuación tratamos de expresar sintéticamente:
- Hubo coincidencia en el reconocimiento a la capacidad de daño que tiene el discurso hegemónico para construir sentido común e identificación; siempre en torno a sus lógicas de dominación, división y construcción de pos-verdad y realidad virtual. Observamos que frente a la dispersión de los dos tercios que no los vota el carácter homogéneo de su identidad logra por el momento simular una mayoría que no lo es. Frente a esto se debatió el eje comunicacional; fundamentalmente en torno a la pregunta de cómo ser efectivos en una comunicación que valore potenciando la construcción política, y pueda revertir la construcción de sentido que hoy se impone
- Coincidimos en que es necesario iniciar, partiendo de nuestra localidad, una construcción que permita el alumbramiento de consensos básicos desde donde se fortalezca la política como herramienta de transformación. Creemos que es recomendable partir de temas específicos que interesen a la comunidad. Formulando o encontrando los interrogantes comunes que unifiquen búsquedas y respuestas. Creemos que es desde abajo como se debe fortalecer una democracia más participativa que valore al sujeto colectivo como pertenencia identitaria, enfrentando el paradigma del individualismo como práctica social. Tomar el nosotros como punto de partida de esa búsqueda que permita encontrar temas comunes, conflictos que nos involucren más allá de los ámbitos laborales o sociales de pertenencia más inmediata.
- Estamos convencidos de que urge aportar a la reconstrucción de un tejido social partido, dividido y debilitado para enfrentar con éxito las políticas de ajuste y despojo, avanzando desde lo social hasta lograr que el Instituto se convierta en una herramienta política de referencia, capaz de tratar los desafíos que Esquel no logra vencer y lo atan al atraso y la postergación.
- Creemos también que con amplitud de miradas se pueden estructurar nuevas pertenencias políticas con carácter frentista. Desde los ámbitos particulares de la política necesitamos alcanzar acuerdos generales propiciatorios de alianzas capaces de involucrar a la población desde sus instituciones naturales (políticas, sociales, deportivas, culturales, etc.)