Desde algunos medios nacionales, como por ejemplo Clarín, se instaló la versión de que el hallazgo del cuerpo se produjo tras una negociación entre los mapuches y la Justicia Federal. Primero se planteó que la Pu Lof Cushamen habría avistado el cadáver unos días antes al rastrillaje y que una fracción más dura de la comunidad lo habría querido mantener en secreto. Pero luego centraron su historia en la existencia de un “testigo E” que aún nadie confirma como veraz y que señalan como la persona que “dijo primero haber visto cómo los gendarmes se llevaban a Santiago Maldonado del río Chubut y luego se desdijo y dio el dato preciso de la ubicación del cuerpo encontrado el 17 de octubre”.
Sin embargo el juez Gustavo Lleral negó en diálogo con Página 12 la existencia del “Testigo E” y aseguró que no figura en el expediente. “Nunca declaró ante sede judicial, nunca tuvo contacto conmigo ni con nadie de este juzgado. Desconozco quién es el testigo E”, expresó.
En ese sentido, aclaró que fue él quien tomó la decisión de rastrillar la zona donde fue hallado el cuerpo del joven artesano la semana pasada, y dijo que si hubiese existido un llamado alertando sobre la presencia del cadáver, tal como trascendió, “no habría puesto en riesgo a los bomberos ni los prefectos, lo habría ido a buscar directamente”.
También advirtió que “nunca existió un llamado ni de la comunidad mapuche, ni de la comunidad de Esquel, ni de la comunidad argentina que brindara un dato certero en esta causa. Si hubiese existido ese llamado no hubiese puesto en riesgo a los bomberos voluntarios que hacen de corazón ese trabajo, ni los hubiera sometido a un viaje extenso desde distintas partes del país con sus perros. Tampoco hubiese expuesto a los 16 buzos a hacer semejante tarea”.
Fuente: Página 12