La semana pasada se esperaba la oferta de empresas para la concesión del servicio del transporte urbano en la ciudad de Esquel. Sin embargo no se pudo contar con ofertas ante la falta de interés de empresarios locales o provinciales.
Esta situación ya era prevista por el municipio a raíz de la falta de consultas respecto de las condiciones de la oferta en días previos. Se mencionó, por entonces, que de concretarse la falta de ofertas podría recurrirse a la implementación de un servicio de emergencia.
Las bajas temperaturas, que llegaron tal como también era de prever, hacen necesario que el transporte urbano comience a funcionar en breve. Es que las distancias entre barrios y de estos con el sector céntrico son importantes. Recurrir a servicios de taxis y/o remis es una alternativa a la que no muchos pueden acceder teniendo en cuenta los costos y el complejo panorama económico de las familias.
Si bien es cierto que la pandemia podría condicionar el servicio en cuanto a la modalidad de prestación y utilización también es real la necesidad de contar con él ya que no es posible – en estos tiempos de tan bajas temperaturas – recorrer amplias distancias a pie o en bicicleta.
Es necesario, entonces, implementar un servicio que pueda dar respuesta a los vecinos quienes desde sus diferentes sectores de residencia lo reclaman. Antes que surgiera la pandemia, el servicio de transporte urbano, siempre fue un tema difícil de resolver (precio del boleto, tiketera, recorridos, subsidios, etc.) y en la actualidad las resoluciones deben adaptarse a las urgencias que marcan las necesidades de los vecinos de Esquel.