En julio del año pasado el municipio había anunciado el adoquinado de las calles del jardín y la escuela del Barrio Badén pero aún continúa pendiente. Se trata de una obra muy esperada por los vecinos que la vienen solicitando hace mucho tiempo. Por otra parte la Placita de los Sueños, ubicada a la vera del arroyo, ya tiene su cartel pero falta habilitar la luz y reparar los juegos que han sido vandalizados.
A un mes de finalizar su mandato como presidenta al frente de la Junta Vecinal del Barrio Badén, Gabriela Formoso, contó en diálogo con La Portada que el balance es positivo por el trabajo realizado. Hoy la sede cuenta con la única cocina comunitaria habilitada en la ciudad y fue una de las pocas que pudo ofrecer un taller cultural durante la pandemia con un protocolo aprobado por el COEM.
La vecinalista aún tiene muchos proyectos en mente que quiere concretar antes de finalizar su gestión. En los próximos días se colocará el cartel a la Placita de los Sueños, que se encuentra ubicada a la vera del arroyo, sobre Costanera Andina. Un hermoso trabajo en madera de Iván Vargas, vecino del Barrio Badén. “La idea es poner en valor su trabajo y darle identidad a la Plaza”, destacó Formoso.
Asimismo sostuvo que la Plaza necesita luz, nuevos juegos y un cuidador para evitar hechos de vandalismo. “La Secretaría de Ambiente se comprometió a ver el tema de la luz con la Cooperativa 16 de Octubre y a colocar el cartel. También se robaron las hamacas y rompieron los candados. Había un placero pero es mayor de 60 años y por la pandemia el lugar quedó acéfalo”, planteó.
Señaló además que habían dispuesto un profesor de fútbol para dar clases con protocolo en la plaza, pero los chicos del barrio no le permitieron hacer uso del espacio. “Hay mucha falta de educación y respeto”, opinó.
Formoso contó que se encuentra trabajando en el armado de una biblioteca en la sede para que haya un espacio cultural y lúdico destinado a los vecinos del barrio. También invitó a la comunidad a hacer uso de la cocina comunitaria. “Me gustaría que la gente se acerque, saque turno y pueda hacer sus elaboraciones. Tienen luz y gas gratis. Hoy es la única cocina habilitada en la ciudad y está funcionando un merendero los días miércoles y jueves que asiste a 30 familias del barrio”, indicó.
Por otra parte la vecinalista realizó la semana pasada una donación de ropa, juguetes, zapatos y diferentes elementos que la misma comunidad acercó a la sede entre los vecinos del barrio. “La idea era entregar todo lo que se juntó durante mi gestión y lo que quede irá al Ropero Móvil”, explicó.
Formoso también quiere organizar una actividad el 4 de febrero, Día Mundial de Cáncer, para concientizar a la comunidad. A modo personal le tocó sufrir la enfermedad de cerca y quiere generar conciencia sobre la importancia de la prevención y los controles médicos.
“Mi suegra falleció de cáncer de páncreas en septiembre del año pasado, ella daba un taller gratuito de cocina a los chicos y quería ponerle su nombre a la sala pero no me lo permiten. Me piden que junte una cierta cantidad de firmas y que ella haya vivido durante determinado tiempo, siendo que fue la que me ayudó a habilitar la cocina. Me gustaría que se le reconozca el esfuerzo”, pidió.
Otro de los proyectos pendientes es pintar la sede vecinal que se encuentra deteriorada por falta de mantenimiento en su exterior. También contó que falta adoquinar calles y señaló que aún no se ha concretado la obra de las calles del Jardín y la Escuela del barrio, un reclamo histórico de los vecinos del barrio. “En septiembre se iba a empezar con la obra pero no pasó nada. Taccetta me dijo que averigüe dónde quedó el proyecto y que él se comprometía a que continúe”, precisó.
Formoso destacó que durante su gestión se logró la colocación de una nueva pasarela y obras en el Badén I y III. “Yo hice lo humanamente posible con mi tiempo y estoy contenta. He hecho actividades para el Día del Niño y para Navidad. El 18 de febrero vamos a hacer una donación de juegos de madera y guardapolvos al Jardín del barrio”, concluyó.