La intensa labor en el ámbito del trabajo, las obligaciones domésticas, el cuidado de los hijos y de la economía familiar someten a las mujeres a un grado de estrés que suele ser difícil de manejar y que puede traer consecuencias a la salud. A esto debe sumarse que, por una extraña costumbre, la mujer siempre deja el cuidado de su propia salud para el final de su lista de prioridades. Muchas veces lo “urgente” supera a lo verdaderamente “importante”. Desde la Federación Argentina de Cardiología, en la voz de la medica cardióloga Mildren del Sueldo presidente honoraria del Comité de Enfermedad Cardiovascular en la Mujer, se advirtió que “las enfermedades cardiovasculares ocasionan una de cada tres muertes en mujeres”.
Damián Serebrinsky, médico cardiólogo del Hospital Zonal Esquel, en diálogo con La Portada sostuvo que la mujer no tiene mayores riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares que el hombre “todos tenemos el mismo riesgo. Lo que sucede es que a la mujer le va peor” por diversos motivos. “El primero es propio: la mujer está protegida mientras tiene su período por un tema hormonal. Y pierde esa protección cuando entra en la menopausia”, explicó.
Agregó, además, que “lo segundo es que la mujer siempre se deja para lo último. Al hombre la esposa le insiste para ir al médico y en cambio para la mujer primero están los chicos y la casa. La mujer siempre llega más tarde a la consulta. Lo tercero es un problema médico que surge de no darle importancia a los síntomas que presenta la mujer porque se la califica más rápido como neurótica o con problemas psicológicos”.
El médico sostuvo, respecto de la proporción de que una cada tres mujeres fallecen por enfermedades cardiovasculares, que “en Argentina un tercio de la población va a morir por causas cardiovasculares ya sea mujer u hombre. La mujer se muere más de enfermedades cardíacas que de cáncer de mama y sin embargo le da cien veces menos importancia a lo cardíaco. Es correcto que se hagan los estudios para prevenir el cáncer de mama, pero no hay que olvidar lo otro”.
Por la prevención
En cuanto a las medidas de prevención manifestó que es necesario controlar la presión arterial “el resto tiene que ver con exámenes mínimos de Laboratorio, un Electro y a tener hábitos saludables como caminar, mantener un peso adecuado y no fumar (la mujer fuma más que el hombre). Después de los 50 años la mujer debe hacerse un control cardiológico si está sana una vez por año y si se encontrara algo se podrían requerir más controles”.