Lo aseguró Matilde Murua integrante de Red por la Identidad Esquel quien, también, rescata la importancia de conocer nuestra historia local durante la última Dictadura Militar. “Hay un retroceso en políticas de derechos humanos y el trabajo hoy es ver cómo resistimos la embestida”, mencionó además la joven profesora de teatro y trabajadora de Radio Nacional Esquel.
Tiene 37 años, es Profesora de Teatro y Operadora Técnica en Radio Nacional Esquel, desde hace 11 años integra Red por la Identidad organización dedicada a la búsqueda de personas nacidas entre 1975 y 1982 que podrían ser hijos de desaparecidos.
En esta entrevista con La Portada relata los inicios de Red por la Identidad en nuestra ciudad, la importancia de militar en este espacio y del proceso de recuperación de nuestra historia local afectada – aunque algunos lo nieguen y sostengan extrañas teorías – por la última Dictadura Militar. Ella es Matilde Murua quien, además, desde el teatro intenta concientizar sobre la necesidad de saber quiénes somos.
La Portada: ¿Cómo y cuándo comenzó la actividad de Red por la Identidad en Esquel?
Matilde Murua: Surge en el año 2007 frente a la propuesta de Abuelas de Plaza de Mayo. Se necesitaba gente que colaborara para que los Nietos no tuvieran que viajar a Buenos Aires para una entrevista. A sugerencia de Bariloche, que estaba tomando denuncias de Esquel, se contactan con Graciela y otros compañeros para comenzar a trabajar. El 5 de mayo de 2007 se hizo un taller fundacional donde se trabajó la temática de identidad y se compartieron videos quedando conformada la Red. También estuvo la otra cara con gente que decía “acá no pasó nada”, “en Esquel no hay nietos apropiados” con liviandad y seguridad sobre el tema. Sin embargo decidimos trabajar y en casi 11 años recorridos hemos descubierto que en Esquel pasaron muchas cosas. La Dictadura también atravesó nuestra comunidad. El tema de la identidad también nos interpela como comunidad.
L.P: ¿En cuántos casos trabajaron en estos años?
M.M: Son aproximadamente diez casos los que tenemos (que son confidenciales) con expediente en Abuelas. Hay otros que siguen en tratamiento porque hay gente que tiene dudas sobre su identidad a los que se hace un seguimiento. Cuando el papel se envía a Abuelas nosotros nos desentendemos porque ellas se encargan con sus equipos técnicos.
L.P: ¿Por qué decidiste sumarte a Red por la Identidad?
M.M: En el año 2000 vi la primera obra de Teatro por la Identidad y supe que lo que quería hacer con mi oficio. En 2006 presentamos la primera obra en Esquel y se me convocó por el trabajo en el teatro. Luego cuando comencé a transitar este camino me di cuenta que este es un espacio muy interesante desde donde se pueden trabajar muchísimas cosas incluso desde las escuelas, sindicatos y en los barrios. Esto va más allá de la recuperación de los Nietos ya que hicimos un proceso de recuperación de la historia de Esquel. El tema de los derechos humanos me interesa porque siempre se está del lado del oprimido. Este es un espacio de militancia muy válido acompañando a Abuelas que son un ejemplo de lucha, perseverancia y militancia con una búsqueda desde el amor y la justicia.
L.P: ¿Once años después que significa Red por la Identidad en su vida cotidiana?
M.M: Debo rescatar el trabajo de todos los compañeros y compañeras de la Red haciendo una labor colectiva que nos da muchas satisfacciones: nos ha permitido conocer a mucha gente, viajar y conocer otras realidades. En mi vida implica todos los días pensar en cómo se puede colaborar. En estos últimos dos años pensamos en qué se puede hacer para no retroceder. Hay un retroceso en políticas de derechos humanos y el trabajo hoy es ver cómo resistimos la embestida. Estoy, también, enfocada en Teatro por la Identidad que desde el año pasado se está afianzando. Debo, además, rescatar el trabajo voluntario que me parece primordial.
- P: ¿Qué actividades tienen previstas para este 2018?
M.M: Seguimos haciendo funciones de Teatro por la Identidad, estamos invitados para volver a Educación en Contexto de Encierro en la Unidad 14 donde se logra un proceso de debate muy interesante y estamos trabajando para contar con una capacitación para docentes en el abordaje a la identidad dentro del aula. También está pendiente la posibilidad de hacer cine – debate y tener la visita de un Nieto aunque a veces se complica conseguir un pasaje.
L.P: ¿Cuán complejo es el trabajo de concientización sobre la temática?
M.M: No sé si es complejo porque la identidad es un tema que atraviesa a todas las personas. En algún momento de nuestra vida todos nos preguntamos quiénes somos. Tenemos mucho material, hemos realizados capacitaciones y la abordamos desde distintos puntos. En el teatro encontramos un espacio en el que la gente se interpela mucho respecto de quién es y de dónde viene. Hace 11 años hacemos este trabajo y aún encontramos resistencia en algunos sectores.
L.P: ¿Qué le diría a esos sectores que resisten el tema de la identidad?
M.M: La primera resistencia está en quienes piensan “eso pasó hace 40 años”, “algo habrán hecho”, “terminen con el curro de los derechos humanos”. Pasaron 40 años y seguimos revisando nuestra historia. Como ciudad seguimos reconstruyendo nuestra propia historia porque cada vez que recordamos a algún desaparecido se acerca alguien a contarnos una historia que desconocíamos. Diría a quienes resisten que lo que pasó hace 40 años es parte de nuestra historia y que debemos conocerla. Hay que saber que esto no fue una guerra: hubo un plan sistemático implementado por el Estado para la desaparición de personas, un plan sistemático de robo de bebés y la instauración de un plan económico. Y que había personas que luchaban porque creían que otro mundo era posible. Nosotros nos enfocamos en esos 30 mil que no son un número porque detrás de ellos hay un rostro y militancia. Detrás hay familias que siguen buscando y más de trescientos Nietos que no saben quiénes son. El camino es el de la memoria, la verdad y la justicia. No buscamos revancha ni venganza.