La Escuela 767 podrá concretar en los próximos meses un gran objetivo: la ampliación del edificio que permitirá una mayor comodidad para todas las instituciones educativas que allí trabajan diariamente.

La directora del colegio, Karina Godio, explicó a La Portada que “se retomó la ampliación después de varios meses”: “Nos da cierto alivio y esperanza, ojalá antes de fin de año podamos estar inaugurando este nuevo ala”. Sostuvo que permitirá “descomprimir aulas en las que no pueden ingresar más de 15 estudiantes”.

Asimismo, podrán trasladar la biblioteca a la parte nueva y será “mucho más espaciosa”. Actualmente está en la planta alta, pero ha tenido algunas complicaciones. Una vez que esté terminada la obra podrán “trabajar un poco más cómodos”. El sector que usan ahora “tiene las falencias que tiene todo edificio viejo”: “Los mantenimientos se van haciendo de a poco pero pareciera que no son suficientes”.

Los trabajos de ampliación dan a la calle Sarmiento. En ese lugar “está el ingreso por planta baja con una preceptoría y la biblioteca, y en la planta alta otra preceptoría y dos aulas, donde estaba la vieja escalera de ingreso”. Godio adelantó que “por lo menos dos cursos” podrán ‘mudarse’ a la nueva ala.

La directora de la escuela 767 contó que durante la mañana ocupan en su totalidad las dos plantas, pero hay dos aulas donde solo ingresan 15 estudiantes más el docente. “Hay una que fue un laboratorio y tiene toda una mesada en el medio del salón, es sumamente incómodo para dar clases, así que es muy importante esta ampliación”, resaltó.

Se trata de una obra muy anhelada y demorada. Recordó que comenzó a trabajar en el establecimiento hace 10 años y “ya se estaba gestionando”. “Estamos todos expectantes a que esto se termine”, enfatizó. Esperan que en la segunda mitad del año la ampliación sea una realidad. 

“Vamos por más”

De todos modos, Godio afirmó que “vamos por más”, dado que tienen otras demandas importantes: “Necesitamos el SUM para que nuestros pibes y pibas puedan hacer educación física. Hoy están repartidos en 5 instituciones”. Eso implica grandes complicaciones si ocurre algún accidente o imprevisto.

Además, señaló que “hay chicos que salen de la escuela y tienen que ir directo a educación física porque no les da el tiempo para regresar a su casa. “Si supuestamente estamos haciendo todo para no tener interrupción de clases, no es bueno estar dependiendo de 5 instituciones que tienen también su vida propia”, remarcó.

Puso en valor que se trata de “una escuela muy grande y tradicional, de las primeras de Esquel”. “Lo estamos solicitando, es empezar con la gestión. Espero que no nos lleve tanto tiempo como la ampliación de dos aulas y una biblioteca”, detalló.

La directora escolar puntualizó que la matrícula de estudiantes es de 515. No obstante, funcionan 3 instituciones en el mismo edificio: la 767 a la mañana en ambas plantas, y a la tarde en la parte alta, en tanto que en el horario vespertino la baja es ocupada por la 205 y por la noche funciona el instituto 809. A eso se suma el jardín que trabaja en el anexo, por lo que circulan más de 900 personas por día.

“A todas las instituciones que funcionamos acá nos faltan aulas”, aseguró. “Estamos dando clases en los lugares más insólitos, a veces en el escenario, o en espacios donde tiene que ser recreo, pero no tenemos más lugar, y nuestras horas institucionales que las tenemos que cumplir a contra turno, las hacemos molestando al instituto para ver qué lugar nos pueden ceder”, explicó.

Por último, dejó el deseo a futuro de que cada institución tenga su edificio, aunque consideró que ahora “es una utopía”.