El Concejo Deliberante aprobó la ordenanza sobre “Regulación de Aviación General en el Ejido Municipal de Trevelin”. Una reglamentación para la actividad aeronáutica en la localidad que días atrás recibió la denominación de Capital Nacional de Vuelo de Montaña.
En diálogo con diario La Portada, la concejal Emilia Méndez destacó los alcances de este marco normativo para la aviación en el “Pueblo del Molino” y confirmó que el Cuerpo Legislativo también aprobó la zonificación especial para la infraestructura del sector.
La edil del bloque mayoritario señaló que las ordenanzas sancionadas están en sintonía con el reconocimiento de Trevelin como Capital Nacional de Vuelo de Montaña y aseguró que había una suerte de vacío legislativo en la actividad.
Ponderó, a su vez, que “hemos determinado los lugares en los cuales puede instalarse la infraestructura” relacionada con la aviación general, es decir “el aeródromo de la localidad y las zonas aledañas sean públicas o privadas”.
El mencionado marco regulatorio guarda relación -lógicamente- con el Código Aeronáutico Nacional. “Faltaban instrumentar cuestiones vinculadas con lo local”, remarcó la concejal del oficialismo en la entrevista con este medio.
“Establecimos, por ejemplo, que en la Laguna Brycham y en las zonas urbanas no pueden realizarse maniobras de acrobacia salvo que medie una autorización del propio intendente y de la ANAC que rige los vuelos a nivel nacional”, manifestó.
Agregó que “los vuelos están autorizados sobre tres mil pies. Algo novedoso es que reglamentamos el cómo puede darse el aterrizaje en las avionetas. Si es en un predio público debe contarse con el permiso del intendente y si es en un lugar privado el aval del dueño”.
Otro de los puntos que toca la ordenanza refiere a la figura del encargado del aeródromo municipal. “Es el responsable de controlar el mantenimiento del complejo y verificar que las aeronaves que descienden tengan los papeles en regla”, añadió.
Consenso
Méndez resaltó que las ordenanzas aprobadas fueron consensuadas de manera anticipada con los representantes del sector. “Trabajamos mucho con asesoría legal y con los referentes locales de la actividad, quienes tuvieron una muy buena predisposición”, aseveró.
Con los especialistas en vuelos de montaña “hablamos del tipo de aeronave más común en la zona y visitamos el aeródromo. Fue una tarea seria porque era una temática que no manejábamos. Los pilotos nos dieron una mano enorme para entender un montón de cosas”, enfatizó.