Daniel Rastelli es un corredor de ultradistancia que durante el mes de marzo completó el sendero de largo recorrido denominado “Huella Andina”. Partió de la Provincia de Neuquén y finalizó en Lago Baguilt, a pocos kilómetros de Esquel.
Exhausto pero con una sonrisa de oreja a oreja. Así terminó su aventura cordillerana este deportista que reside en la ciudad de San Martín de Los Andes. A su paso por Esquel, conversó con diario La Portada y habló de esta gran experiencia.
Rastelli lleva largos años dedicado a la disciplina de ultradistancia. “En Argentina no hay muchas carreras de este tipo”, reflexiona ya relajado y recuerda que su pasión por estos largos recorridos lo llevó por varios países europeos.
En el país no abundan los senderos extensos; “Huella Andina” es un caso excepcional. Aclara que “no tiene una continuidad” desde su nacimiento en Neuquén hasta su cierre en Chubut. En el medio hay varios campos privados que no permiten el paso.
Salió de la localidad neuquina de Pehuenia el 12 de marzo pasado con un par de incertidumbres a cuestas, todas referidas a si finalmente podría atravesar los establecimientos privados que están por dentro del sendero.
Para facilitar la aventura es que Rastelli tejió una red de contactos en diferentes puntos de la cordillera. A cada paso se vinculó con una persona que gentilmente ofreció ayuda, desde una taza de café hasta indicaciones sobre el trayecto.
Apoyo de la gente
Quiso agradecer a ese grupo de personas que desinteresadamente le extendió una mano. En Esquel menciona a Norman Williams como ejemplo. No duda en afirmar que tal vez lo más trascendental de su aventura no sea el recorrido en sí sino el apoyo de la gente.
“Sacando cuentas, hice: 550 kilómetros en bicicleta y otros 550 de sendero. En total son 1100 kilómetros”, resalta Rastelli, agregando que en el camino pasó por distintas localidades. Lago Baguilt fue su última parada. “Estuve por lugares espectaculares”, sostiene.
Subraya que de antemano planeó con exactitud cada jornada del recorrido. Puerto Arturo, Lago Lácar, Traful, Villa La Angostura, San Carlos de Bariloche, El Bolsón y la comarca andina, algunos de los sitios que atravesó durante poco más de tres semanas.
“Maravillado” se muestra con el paisaje y la naturaleza. “Huella Andina” no tiene nada que envidiarle a atractivos de otras partes del mundo, acentúa. “Uno va corriendo, concentrado, y por momentos intenta frenar para quedar asombrado” con el paisaje, acota.
Sendero con potencial
Entiende que hay muchas cosas por mejorar y que el potencial del sendero es enorme. El turismo tiene una oportunidad inmensa con este trayecto, pero primero es necesario garantizar cuestiones básicas como habilitar el acceso pleno.
“Patagonia es una marca registrada en todo el mundo”, enfatiza en la charla con La Portada y reitera la importancia de “darle mucha manija a Huella Andina para que no se pierda. Por ejemplo, hay lugares sin ningún tipo de señalización”.
Indica que desde el año 2010 está dedicado a la modalidad de ultradistancia. Antes hacía pruebas combinadas en equipo. “Corrí en Inglaterra y en los Pirineos”, confía, añadiendo que a nivel de escenario en la Patagonia “no tenemos nada que envidar”.
