Son decenas las familias alrededor de la ciudad que durante la época de invierno sufren la ausencia de un servicio básico como el gas natural. Una cuenta pendiente del Estado con una población en situación de vulnerabilidad.
Las viviendas sin la conexión de gas natural se cuentan de a montones en diferentes barrios de la ciudad. La gente, ante ese déficit, debe apelar al uso de la leña como método de calefacción. El Plan Calor es un paliativo.
Uno de esos sectores que más padece esta problemática es el Don Bosco. Medio centenar de familias localizadas sobre todo en la parte alta del barrio recibe asistencia de leña del municipio. Pero no alcanza.
Julia Catriman, presidenta de la Junta Vecinal del Don Bosco, explicó que el municipio ya hizo el reparto del Plan Calor. “La gente está sin leña de vuelta”, advirtió en una entrevista concedida a diario La Portada.
La dirigente barrial planteó luego la necesidad de que exista un refuerzo inmediato y agregó que no fueron suficientes los tres metros entregados. “No alcanza esa cantidad para pasar los meses de invierno”, señaló.
Las bajas temperaturas registradas a lo largo de las últimas semanas hacen que el reclamo cobre fuerza. “Yo estoy –añadió- derivando el pedido al municipio”, puntualmente a la Secretaría de Desarrollo Social.
50 realidades
Catriman estimó que son alrededor de 50 las familias sin la instalación de gas natural y que en consecuencia requieren de leña para darle calefacción a sus hogares. La gran mayoría está ubicada en la parte alta del barrio.
Aseguró la presidenta de la Asociación del Don Bosco que con la llegada del frío extremo “la gente reclama más leña” y avisó que tiene previsto renovar esa solicitud ante las autoridades de la cartera social municipal.
Estado de las calles
Confió, asimismo, que otra queja recurrente en esta época del año está vinculada al mal estado de las calles que conectan al barrio con el resto de la ciudad. Los pozos y baches están a la orden del día.
Dijo que las precipitaciones y la caída de nieve afectan a las arterias de ripio. “Falta el repaso de la máquina”, entendió. Basta darse una vuelta por el barrio para comprender el malestar de los vecinos.
“Los sectores más altos suelen ser los más complicados por el tema de las fuertes heladas del invierno y el deterioro de las calles”, manifestó la titular de la Junta Vecinal en la charla con este medio.
