Malena De Vita y Marina Feldman son vecinas de la localidad de Trevelin y el destino las unió en el camino del arte hace ya algunos años. Hoy – más allá de las dificultades que derivan del aislamiento social obligatorio por la pandemia – continúan con su apuesta con la conformación del Grupo Cheje Teatro.
“Venimos trabajando desde que nos conocimos y nos mudamos a Trevelin en 2014. Ese mismo fin de año comenzamos con las varieté y fui allí donde nos conocimos”, recordó De Vita en diálogo con La Portada. Y agregó que “desde entonces trabajamos juntas en Cambia La Papa y este año decidimos formar un grupo nosotras dos”.
“Venimos ensayando alguna obra que tenía como fecha de estreno a fines de abril y con la emergencia sanitaria se suspendió, pero en medio de la cuarentena se decidimos conformar el grupo Cheje Teatro para seguir creando”, remarcó.
El aislamiento social impune nuevas condiciones de trabajo ya que el contacto con el público se encuentra restringido “pensamos en espectáculos al aire libre cuando llegue el verano, públicos más reducidos y otras aristas que tendrán que ser protocolizables”, informó Feldman. “Este tiempo nos invita a escribir y a la introspección”, indicó. De Vita, comentó que el nombre del grupo “es una de las cosas que creamos puertas adentro pensando qué ideas se podían nuclear detrás de esa palabra”.
Al ser consultadas respecto de si la obra podría estrenarse desde una plataforma virtual se señaló que “estuvimos pensando en la posibilidad de que el estreno sea filmado, pero el clown tiene mucha necesidad de estar con público y con lo que pasa en ese momento. Muchas técnicas de actuación requieren compartir el espacio – tiempo con el público”. “Todo dependerá de cuánto dure esto (aislamiento social obligatorio) porque hay una necesidad de encontrarse con el arte”, remarcaron.
Para finalizar, y en relación a la elección del nombre del grupo, señalaron que Cheje “es una palabra que proviene de algunas lenguas originarias de la zona del antiplano. Lo Cheje describe un color que está hecho de puntos blancos y negros yuxtapuestos que al verlo de lejos se percibe un tercer color que no es ninguno de esos dos. Es una palabra que habla de las mezclas, de lo manchado y de las contradicciones en nuestras identidades con el potencial creativo que eso tiene”.