La cuarentena y el aislamiento social obligatorio profundizó, en la provincia del Chubut, una crisis económica que lleva tiempo sin resolución en el marco de la cual el pago escalonado de los salarios a los empleados estatales es la máxima expresión que además lleva el correlato de la crisis al sector comercial de cada una de las ciudades, localidades, comunas y parajes.
Es así que los trabajadores de los diferentes organismos del Estado provincial sostienen el reclamo del pago de sus salarios en tiempo y forma, rechazan asimismo el pago en cuotas del Salario Anual Complementario (SAC) y advierten sobre la necesidad de encontrar soluciones viables.
En este contexto de pandemia, lo estatales provinciales, no son los únicos que reclaman por sus salarios. Empleados nacionales del CONICET, por ejemplo, exigen una recomposición salarial teniendo en cuenta el grave deterioro de sus haberes sufridos en el gobierno de Mauricio Macri. Reconocen que el pedido se realiza en un momento complejo, pero también entienden que este organismo es clave para la reactivación del país en los tiempos que se vienen.
Los trabajadores de prensa de todo el país, también, elevan desde las Redes Sociales su voz para reclamar la urgente apertura de paritarias salariales teniendo en cuenta que el plazo para la convocatoria venció en febrero pasado. La prensa nacional fue considerada como una actividad esencial, sin embargo sus salarios distan mucho de contar con un verdadero reconocimiento, el teletrabajo los precariza y algunos empresarios del sector hasta sugieren “salir del Convenio de FATPREN” para llegar a alguna negociación.
Los trabajadores, más allá de la especificidad de sus tareas, resisten el avasallamiento de sus derechos. Esos derechos que tanto les costó conseguir. Y si algo nos enseñó la virtualidad es que – pese a las restricciones – es posible encontrarse desde las plataformas digitales. Por qué no pensar, entonces, en la posibilidad de mantener estas discusiones por un mejor salario de esta forma. Que la pandemia, y su consecuente crisis económica, no sea la excusa para vulnerar derechos laborales. De nosotros depende.