Se trata de un proyecto socio comunitario, sin fines de lucro, que forma parte del diseño curricular del último año de la secundaria. La idea de este grupo de estudiantes es colocar aros magnéticos, fabricados por ellas mismas, en puntos estratégicos de la ciudad, como el Auditorio Municipal, el Melipal, el Aula Magna de la Universidad y el vagón adaptado de La Trochita, para mejorar la calidad de vida de las personas hipoacúsicas que en Esquel son más de 1200. También esperan ponerlo en práctica en Trevelin.
Rocío Sifuentes, Zoe Gago, Constanza García, Tiziana Bottallo y Rocío Rocha son las impulsoras de este proyecto junto a sus profesores Rodolfo Ravarotto y Marcelo Stéfano. Las estudiantes se encuentran cursando el último año de la secundaria y una de sus materias consiste en llevar adelante un proyecto socio comunitario, sin fines de lucro, que deberá contar con prácticas profesionalizantes. En este marco surgió la propuesta de los aros magnéticos, una iniciativa que ya había sido implementada por los docentes mencionados en 2017 pero sin un amplificador que es lo que en esta oportunidad incorporaron las jóvenes. “Nos pareció muy interesante la idea porque varias de nosotras tenemos mamás que son maestras especiales y sabemos de la importancia que tendrá esto en la vida de las personas hipoacúsicas”, expresó Zoe en su visita al diario La Portada.
Con respecto al funcionamiento del aro magnético, la alumna explicó que “tiene un micrófono ambiental que es el encargado de captar todo el sonido de un salón, aula, cine o auditorio, y se concentra en una voz emisora”, y agregó que “esa señal es amplificada a través de un amplificador que es instalado donde va el aro y transmitido al cable paralelo que rodeará el perímetro del lugar para luego ser enviada al audífono de la persona hipoacúsica o al implante coclear”.
De esta manera el dispositivo permitirá limpiar de ruido ambiente las señales sonoras y ayudará a oír a quienes usen audífonos.
La primera prueba se realizó el viernes pasado en un aula de la Escuela Politécnica con la presencia de personas hipoacúsicas y resultó todo un éxito. Las jóvenes ahora esperan instalarlo en diferentes puntos de la ciudad. “Los próximos aros magnéticos serán colocados en el Auditorio Municipal, la Sala de Conferencias del Melipal, el SUM de la Escuela N° 713, el Aula Magna de la Universidad y nos sugirieron también el vagón adaptado de La Trochita”, contó Rocío.
El municipio ya se comprometió a financiar la instalación de los componentes en los espacios que dependen de su órbita. Las chicas confiaron que ya tienen tres placas elaboradas, cada una le lleva aproximadamente una hora hacerla, y que sólo restan conseguir los cables. Ellas mismas se encargan de la fabricación y colocación de los dispositivos.
El primero en la ciudad
Será la primera vez que un grupo de alumnas instalen aros magnéticos para personas hipoacúsicas en la ciudad. Si bien existe a nivel nacional la Ley 25.415 sobre el Programa Nacional de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia, el municipio aún no se encuentra adherido a la misma. Por lo tanto las jóvenes también tienen pensado solicitar al Concejo Deliberante que el proyecto se declare de Interés Municipal y la ciudad se ajuste a la reglamentación vigente. “Nosotras le presentamos esta idea al Consejo Municipal de Discapacidad donde nos recibieron muy bien y nos dijeron que nos iban a ayudar. Nos sugirieron los lugares donde instalar los aros magnéticos y nos manifestaron que van a avalar nuestro pedido a través de la Banca del Vecino”, declaró Constanza.
Asimismo las jóvenes reconocieron que les sorprendió mucho enterarse de que a nivel nacional hay una ley que promueve la instalación de este tipo de dispositivos en espacios públicos donde se brinden espectáculos y que la ciudad no se encuentre adherida.
Por último, Zoe aseguró con este proyecto “queremos ayudar a la integración de las personas hipoacúsicas porque vemos que no se está cumpliendo mucho esto en la ciudad”, y agradecieron a sus profesores por guiarlas y ponerle el hombre a esta iniciativa.