Ella es Licenciada en Artes Visuales, Maestra Jardinera, Profesora de Pintura y miembro del Grupo de Trabajo Mural Agjen que integra la Red de Muralistas. Es artista plástica y este viernes 23 de Noviembre – a las 18 horas – en la sede de ATECh Regional Oeste presentará su libro “Arte Público Murales, mirando desde el Sur”.
Ella es Marta Sottile y en esta entrevista con La Portada repasa su vida de artista, adelanta detalles de la presentación de su primer libro y asegura que actualmente “no hay políticas de Estado que sostengan la producción artística”. Comprometida desde el aspecto social expresa también su parecer sobre la realidad de la ciudad de Esquel.
La Portada: ¿Por qué eligió el arte como forma de vida?
Marta Sottile: Desde adolescente tuve intención de trabajar sobre la pintura y el dibujo que era lo que me gustaba. A lo largo del tiempo – y luego de trabajar de manera autodidacta y en talleres alternativos- me interesó estudiar la Carrera de Bellas Artes. Allí fue cuando más me involucré en el quehacer artístico. Una vez que terminé mi carrera como Maestra Jardinera y me independicé económicamente me dediqué a estudiar. Siempre tuve el apoyo de mi familia.
- P: ¿Expresarse desde el arte es también una forma de fijar una posición desde el aspecto social?
M.S: Fue por eso que elegí el trabajo de mural como lenguaje. El trabajo de caballete es más individualista. El trabajo de mural es colectivo y tiene una función solidaria. El mural está en un espacio público por lo que todo el que transita por ese espacio tiene la posibilidad de acceder a esa obra de arte. Y eso no pasa cuando la obra está en un Museo y es para un determinado público. Nosotros (Grupo Agjen) trabajamos el mural en espacios públicos como escuelas, hospitales, una Radio y eso permite que cualquier persona que transita por la calle tenga acceso a ese mensaje que está impreso en la obra.
L.P: ¿Cuál es el proceso de realización de un mural?
M.S: Siempre que trabajamos en un espacio público primero elaboramos un boceto y se pide permiso.
L.P: ¿Hay resistencia por parte de la comunidad a los murales?
M.S: Cuando recién llegamos a Esquel (año 1992) la cultura del mural no estaba instalada en la comunidad y había cierta resistencia porque no era común ver paredes pintadas. Hoy ya es una práctica cotidiana y la gente respeta mucho la obra pública.
L.P: ¿Cómo surge la idea de editar un libro?
M.S: Este libro es el trabajo de tesis que hice hace algunos años y que consistió en sistematizar el trabajo mural que se había hecho desde que llegué a Esquel hasta el presente. La realidad fue cambiando porque al principio había que instalar el mural en la comunidad, se contaba con recursos técnicos muy básicos y la accesibilidad económica era distinta. Este libro se publica porque tiene mucho de la historia de Esquel y porque muchos de los murales que hicimos ya no están. Eso tiene que ver con ampliaciones edilicias. La idea es rescatar parte de la memoria.
L.P. ¿Cuáles son las expectativas respecto de la presentación del libro?
M.S: La expectativa es poder acercar el libro a las escuelas para que tengan un material de consulta y también para la comunidad. Una parte del libro tiene que ver con lo realizado con el grupo y otra es sobre la obra propia. La idea es que la gente que asista a la presentación del libro se pueda acercar a esta parte de la historia.
L.P: ¿En qué otros proyectos trabaja actualmente?
M.S: Entre 2012 y 2015 estuve en la Coordinación Artística del Ministerio de Educación en Rawson por lo que en esos años no se produjo como grupo. Al regreso, en 2016, retomamos algunos proyectos. El libro me sirvió para cambiar algunas técnicas y formas de expresión. Los tiempos han cambiado y la forma de expresión es distinta. También están las obras de caballete que desarrollo individualmente. Hay varias series en proceso: una de ellas tiene que ver con la temática de la mujer y otra con la forma de trabajar una pintura en un espacio tridimensional pequeño y más abstracto.
L.P: ¿Cuán difícil es el tema económico en la producción artística?
M.S: La cuestión económica que nos atraviesa hoy es gravísima para todos. Esto no era así hasta hace tres años. Uno, como artista, siempre se plantea “hay gente que no tiene para comer y yo me gasto la plata en pintura”. Los artistas que tenemos una inclinación por el aspecto social siempre nos hacemos este planteo. Yo no trabajo con materiales lujosos: una de las series que estoy haciendo es con petróleo sobre soportes que son respaldo de sillas que rescaté. En otra de las series trabajo con cartones de cajas que se reciclan y materiales que van quedando. Trabajar con materiales alternativos me permite seguir produciendo.
L.P: ¿Considera que los artistas debieran recibir más apoyo oficial para producir, exponer o participar de eventos?
M.S: Para la edición del libro no pedí ningún aporte. Hoy no hay políticas de Estado que sostengan la producción artística para la realización de una muestra, enmarcado, edición de libros. Esta falta de política de Estado no es solo una realidad de Esquel, sino que se da a nivel nacional. Y también pasa con el Salón Nacional que supo tener la participación de mil seiscientos artistas de todo el país y que ahora sólo se seleccionaron ciento sesenta. Eso tiene que ver con que cada vez es menos inclusivo. Antes había un premio por disciplina y hora se pretende que se concurse junto Grabado, Pintura, Dibujo. Y eso tiene que ver con un achique económico. Lo mismo pasa en Esquel: este año se presentaron pocas obras y la selección- para mí – fue demasiado exhaustiva quedando solo treinta seleccionadas. Esto hace que el artista se margine y no participe porque todo tiene su costo (enmarcar, llenar planillas, etc.).
L.P: ¿Cómo analiza la realidad social de Esquel?
M.S: Creo que hay un abandono por los sectores sociales que no recuerdo haber vivido antes en Esquel. Para mí es una gran contradicción que se construya una calle peatonal cuando hay necesidades básicas en los barrios que no tienen respuesta. En los barrios pasan hasta diez personas que ofrecen cortar el pasto o que piden comida. Está bárbaro que Esquel sea cada vez más linda, pero la ciudad no es sólo la calle 25 de Mayo. El Centro de Encuentro, que es un espacio magnifico y podría servir de contención para el barrio, no se termina de poner en funcionamiento.