La Junta Vecinal del Bella Vista recibió una máquina para fabricar bloques pero la falta de un terreno hace que aún no sea utilizada.
El Instituto de Asistencia Social (IAS) entregó semanas atrás una bloquera a la Junta Vecinal del Bella Vista. Era un pedido que venía gestionándose hace rato. Permitiría crear empleo y solucionar varios inconvenientes habitacionales en el barrio.
En diálogo con diario La Portada, Carlos Ñancucheo, presidente de la Asociación, explicó que están en la búsqueda de algún terreno para poner en funcionamiento la máquina de fabricar bloques y confió al mismo tiempo que todavía no encontraron uno.
Reveló, asimismo, que iniciaron conversaciones con autoridades del municipio por el tema. “Queremos conseguir uno lo antes posible para activar la bloquera”, enfatizó el dirigente barrial que finaliza su mandato al frente de la Sede en un año.
Confió luego que también existía una posibilidad sobre una propiedad de Gendarmería Nacional Argentina aunque -casi- la descartó. Una breve entrevista con el jefe de la institución derribó la esperanza. “Me dijeron que sería muy difícil”, aseguró.
Comentó que el lote en cuestión está localizado en la intersección de las calles Desalojo del 37 y Libertad. Agregó, por otro lado, que el proyecto servirá primero para darle trabajo a un grupo de personas y luego hacer mejoramientos habitacionales.
Ñancucheo precisó que no son pocas las familias interesadas en realizar los muros de contención en los sectores más altos del barrio, aquellos considerados de riesgo por la proximidad de la montaña, y también arreglos en las casas.
Falta de empleo
A principios de año, el Ministerio de Gobierno había encarado un relevamiento donde determinó que la falta de empleo era una de las principales problemáticas del Bella Vista. El presidente de la Junta sostuvo que el déficit sigue manteniéndose.
En el diagnóstico realizado por la Provincia los temas más preocupantes eran: desempleo, perros sueltos, el servicio de recolección de residuos y las adicciones. El resultado decía que un 20% de la población tenía inconvenientes laborales.
Ñancucheo señaló que las dificultades para acceder a un trabajo formal se notan por ejemplo en el número de personas que habitan una vivienda. Los hogares son cada vez más numerosos en cuanto a sus miembros y le cuesta a los jóvenes independizarse económicamente de los padres.