Un numeroso grupo de familias participa cada semana del trueque, modalidad que gana terreno en la ciudad. Todos los miércoles, la sede del Don Bosco abre sus puertas para que los vecinos intercambien alimentos y otros productos de utilidad. Desde este miércoles también se suma el barrio Doctor Roberto “Chanico” Navarro.
La creatividad aflora cuando el bolsillo apremia. La delicada situación económica obliga a agudizar el ingenio y buscar alternativas. Las tradicionales ferias son una opción. En cercanías de “La Trochita”, sobre la calle Don Bosco, hay más de 300 puestos. Estas iniciativas crecieron al punto de que se presentó en el Concejo Deliberante un proyecto para regularizar el funcionamiento de las “Ferias Populares”.
Si bien constituye el método de intercambio más antiguo entre los seres humanos, el “trueque” nació en Argentina allá por mediados de los 90 y alcanzó fuerte popularidad con la explosiva crisis desatada en el 2001. Había montones en todo el país. Con el tiempo la situación económica general comenzó a encauzarse y así fueron quedando en el olvido, apagándose lentamente.
En Esquel, hace dos años un grupo de personas decidió reflotar el sistema. Las instalaciones de la Asociación del Don Bosco fue el lugar escogido. Hoy es un espacio consolidado. También comenzará a realizarse desde este miércoles por la tarde en el Doctor Roberto “Chanico” Navarro, pensando atender a un amplio sector de la comunidad que comprende el Badén, Los Sauces, 28 de Junio, etc.
En diálogo con diario La Portada, Marcela Caneo, coordinadora del Club del Trueque barrio Don Bosco, precisó que la actividad comienza a las 14:30 y por lo general dura una hora. La asistencia es dispar. “A veces viene mucha gente y otras no tanto”, indicó. El promedio está arriba de las veinte familias por encuentro, afirmó.
Señaló que nace en el 2016 como iniciativa para enfrentar la pálida economía. Un recurso popular. Resaltó, asimismo, que el espacio se fue consolidando con el correr de los meses al punto de recibir a vecinos de distintos lugares de la ciudad, incluso de la localidad de Trevelin. “La gente lleva productos elaborados, ropa, calzado. Lo que ven que pueda hacer falta”, subrayó.
Explicó que el intercambio no se reduce sólo a alimentos sino “todo lo que pueda ser de utilidad”. Vasos, ollas, cubiertos, utensilios. El abanico es amplio. Caneo entabló una buena relación con uno de los fundadores de la Red Global del Trueque, Rubén Ravera, quien la asesora y le habilita la entrega de créditos los cuales luego son utilizados en el Don Bosco.
Para acceder a los créditos en cuestión la persona primero debe llenar una planilla. A la fecha hay unos 50 inscriptos, aproximadamente. De arranque cada una recibe un total de 400. “El vecino pone un valor en créditos a las cosas. También se producen intercambios mano a mano”, reveló la impulsora del Club.
En tanto, la presidenta del “Chanico” Navarro, Blanca Melín, confirmó que a partir de hoy miércoles el trueque también iba a realizarse en la sede vecinal. Está programado para las 15 horas en la Asociación. La intención es atraer a gente de zonas aledañas.