Hace 46 años que Raúl Herrera, quien es nacido y criado en Esquel, se inició en el oficio de tintorero. Comenzó trabajando como empleado en la reconocida Tintorería Japonesa, donde estuvo dos años y luego quedó al frente del local. Más tarde logró abrir su propio negocio, ya sin alquiler de por medio, que al día de hoy se lo conoce como “Tintorería Esquel”. Asegura que es la única en la ciudad y que permanecerá abierta hasta que su salud se lo permita ya que su trabajo lo apasiona.
Con sólo 20 años empezó a trabajar como empleado en la Tintorería Japonesa, que estaba ubicada en 9 de Julio 778. Dos años después, el dueño le propuso que alquilara el local y trabajara por su propia cuenta. No dudó en aceptar y así lo hizo hasta 1987 que logró abrir su propio negocio con el nombre “Tintorería Esquel”, como se lo conoce hasta el día de hoy. “El terreno se lo compré a Antón a cambio de mi camioneta porque justo él estaba necesitando un vehículo, así que hicimos un negocio pelo a pelo”, recordó Raúl, quien destacó que pudo construir el local gracias a los uniformes que les hacía a los soldados del Ejército que en ese entonces eran más de cuatrocientos. También recibió la colaboración de comerciantes y vecinos de la ciudad. “Para abrir me faltaba una plancha y el secador, pero el banco no me quería dar un préstamo sin garantía así que (Hugo) Saulo, que era cliente mío, me ayudó con eso”, contó muy agradecido.
Un oficio en extinción
Raúl lleva 48 años junto a su esposa Haydé, con quien tienen tres hijos Hugo, Raúl, quien hoy lo ayuda en el negocio, y Noemí, y más de 46 años ejerciendo el oficio de tintorero. “Es un lindo trabajo, a mí me gusta, lo hago con gusto, con amor y lo he hecho toda mi vida”, aseguró orgulloso y emocionado.
Hoy es jubilado junto a su esposa. Esto le permite conservar su oficio de toda la vida que ejerce todos los días de mañana y tarde. “Si tuviera que alquilar no podría seguir con esto, hoy es la única tintorería de la ciudad porque estaba la de Carrizo pero cerró hace varios años y quedé solo”, expresó.
Advirtió que hoy no sería nada fácil abrir una tintorería en los tiempos que corren y con el poco trabajo que hay en la actualidad. “Tendría que ser alguien que sea dueño del local y que quiera trabajarlo en serio”, opinó.
Su intención es continuar al frente del negocio hasta que su salud se lo permita y no sabe si alguno de sus hijos querrá tomar la posta cuando eso ocurra. “No les gusta mucho pero ojalá lo siguieran porque, poco o mucho, es una entrada”, resaltó. De todos modos aseguró que no se encuentra cansado para nada y que cada día hace mejor su trabajo.
Tinelli, el cliente famoso
En sus 46 años como tintorero, Raúl recibió una gran cantidad de clientes, en su mayoría vecinos de la ciudad y la región. Sin embargo también atendió famosos como, por ejemplo, el conductor Marcelo Tinelli. “Me traía trabajos que eran para lavadero pero él quería que los hiciera yo, como pueden ser toallones, fundas y ropa de él. Antes venía muy seguido y ahora dejó de hacerlo”, relató.
Si bien señaló que mermó mucho el trabajo a lo que era en sus inicios, precisó que aún recibe muchas camperas, tapados y sacones sobretodo en esta época del año. “Se trabaja más con los casamientos, cumpleaños, aniversarios y actos de fin de curso”, subrayó. Sin embargo comentó que la ropa ya no es la de antes en cuanto a calidad, lo que le ha dificultado en más de una ocasión el trabajo pero nunca ha tenido un inconveniente irremediable. “Por ahí algún cliente se llevó un traje equivocado, pero lo devolvió”, cerró entre risas.