La muestra se podrá visitar hasta el 30 de noviembre.
El camino de regreso al equilibrio es probable que tenga que ver con un cambio de mirada, en la búsqueda de una posición más significativa en la escala universal, más adecuada a la realidad de la naturaleza y de nuestra posición como parte de ella. Pensarnos como parte del equilibrio, implica dejar de vernos como dominadores omnipotentes o arrogantes jueces dueños de la verdad.
Este cambio de mirada necesita despojarnos de todos los filtros, volver a la asimilación inocente de la evidencia, que impacta más por la emoción que por la razón; que, implacable, nos pone en escala con lo infinitamente grande del universo y, al mismo tiempo, con lo infinitamente pequeño del micro universo de la Vida.
Desde esta nueva posición y con una mirada menos soberbia, es posible que comencemos a considerar nuestro entorno de otra manera. Aparecerá entonces la energía de la belleza que exalta nuestros sentidos, donde el orden y el caos, el color, la composición, el significado. Relieves, texturas y tramas que entretejen nuestro entorno y que encontrarán otra relevancia en nuestra escala de valores.
Lejos de lo místico, las imágenes que presenta, quieren, de algún modo documentar, con los pobres medios tecnológicos con que contamos los humanos, que esa energía existe, que está plasmada en cada elemento de cada una de esta fotografías, y que lo único que ocurrió entre la realidad y la imagen, fue un largo camino de aprendizaje, de emociones intensas, de nuevas sensibilidades desarrolladas a partir de la inocente mirada de un chico, que a los 8 años, ya andaba, cámara en mano, descubriendo este secreto, que se develaría con el pasar de más de 50 años aprendiendo a mirar de otro modo.
Biografía
Raúl Matelo es fotógrafo, arquitecto y docente.
Nació en Buenos Aires en 1957 y hace veinte años, con su esposa Teli se radicó definitivamente en Esquel donde fundaron su familia.
Desde muy joven la fotografía se transformó en uno de los ejes de su vida personal y profesional y encontró en la docencia un trascendente canal para desarrollar su misión.
Sus primeros pasos en la fotografía se iniciaron a los 8 años con una vieja cámara Ferrania de bakelita. Ya a los 15 con su primera reflex de 35mm su pasión se instalaba definitivamente para crecer sin detenerse.
Expuso sus trabajos desde 1984 en más de cincuenta oportunidades en diversos lugares como el Centro Cultural San Martín y el Palais de Glace en Buenos Aires, la Embajada Argentina en Roma, la Alliançe Francaise de Martínez, El Instituto Italiano de Comercio Exterior, la Cámara de Comercio de Udine, el Banco de la Ciudad de Buenos Aires, el Instituto Goethe y el Centro Cultural Esquel Melipal, entre otros.
La experiencia de una gran cantidad de viajes en la Argentina y en distintos países de Europa le permitió una trayectoria educativa y profesional que alimentó una postura estética con profundas raíces en la naturaleza pero con elementos y argumentos alimentados desde el arte y la cultura.
A lo largo de su vida profesional, esa experiencia, exploratoria al principio y madurada durante largos años, fue desarrollándose para llegar, en esta oportunidad, a su expresión más profunda en la búsqueda de significado en el trabajo de la forma, el color y la estructura.