El sábado 20 de diciembre se llevó a cabo el cierre del primer año de la Escuela Municipal de Ajedrez de Esquel, con una jornada lúdico-recreativa en la que los chicos y chicas participantes disfrutaron de mucho ajedrez, diversión y trabajo en equipo.
El encuentro se desarrolló en un clima de camaradería y aprendizaje, donde no faltaron el chocolate caliente y las tradicionales tortas fritas, que acompañaron una tarde pensada para compartir y celebrar lo construido a lo largo del año.
Desde el Círculo de Ajedrez de Esquel agradecieron especialmente a la Municipalidad de Esquel por el apoyo brindado, que permitió el crecimiento de esta disciplina en sus distintas dimensiones: educativa, recreativa y deportiva.
“Creemos fielmente que el juego ciencia es una fuerte herramienta de formación para nuestra comunidad, más aún en estos tiempos donde todo es digital, individual e instantáneo”, destacaron desde la organización.
Asimismo, subrayaron que “el ajedrez nos sitúa en un marco de enfoque, concentración y creatividad único, con pares enfrente, aprendiendo colectivamente de forma lúdica”.
La Escuela Municipal de Ajedrez se consolidó este año como un espacio que combina deporte, cultura y educación, con la participación de más de 40 niños y jóvenes de la ciudad.
Además de potenciar el desarrollo intelectual, la concentración y la estrategia, el ajedrez ofrece a los chicos un lugar de encuentro, socialización y aprendizaje compartido.
Cabe recordar que en abril de este año se realizó el lanzamiento oficial de la primera Escuela Municipal de Ajedrez de la provincia, con la presencia de autoridades locales y referentes de la disciplina, marcando un hito para el ajedrez chubutense.
Se trata del primer espacio y Escuela Municipal de Ajedrez en la provincia, lo que representa un fuerte impacto y una apuesta concreta al desarrollo integral de niños y jóvenes. Durante el año, la escuela funcionó en tres puntos de la ciudad: el Centro Cultural Melipal, el barrio Malvinas y la Escuela Nº 791 del barrio Badén.
El ajedrez se presenta así como una herramienta de formación integral, que aporta al desarrollo cognitivo, social y a la inteligencia emocional, a través del juego, convirtiéndose en una experiencia enriquecedora para el crecimiento personal y colectivo de los participantes.


























