El reclamo por la falta de agua potable y la preocupación creciente ante el riesgo de incendios forestales marcaron uno de los ejes centrales de la decimonovena Sesión Ordinaria del período 2025 del Concejo Deliberante de Esquel, que se desarrolló este lunes 29 de diciembre. Vecinos del paraje Alto Río Percy hicieron uso de la banca del vecino para exponer una situación crítica y urgente.
En representación de la comunidad habló Carmen Aravena, quien explicó el vínculo personal y familiar que la une al lugar. “Si bien no vivo en Alto Río Percy, tengo a mis padres ahí, voy los viernes y vuelvo los domingos, así que me considero también de ahí. Mi papá es nacido y criado en dicho paraje”, señaló, al tiempo que dejó claro que el reclamo es colectivo.
Aravena detalló que los vecinos consensuaron dos pedidos concretos, vinculados al acceso al agua y a la prevención de incendios, los cuales ahora serán evaluados en la comisión de Transporte y Servicios Públicos.
Al referirse a la situación hídrica, fue contundente: “Si bien tenemos una red, el agua no es potable. El fin de semana no teníamos una gota de agua, ni de red ni nada”. En ese marco, explicó que el proyecto elaborado por la comunidad apunta a una solución estructural y de largo plazo. “Resulta imperativo solicitar al Departamento Ejecutivo Municipal la elaboración y ejecución de un proyecto integral de captación, almacenamiento y distribución de agua para la totalidad del sector, asegurando una solución definitiva”, sostuvo.
Según indicó, “las captaciones existentes en el sector presentan dilatados tiempos de ejecución que comprometen la capacidad de abastecimiento actual y futura”. En base a la experiencia de los propios vecinos, planteó que la toma de agua debería realizarse “directamente desde el río que da nombre al lugar, por caudal y permanencia”.
En ese sentido, solicitó que la UEPROMU (Unidad Ejecutora de Proyectos Municipales) elabore un proyecto acorde a la geografía e hidrografía del sector, con una proyección mínima de entre tres y cuatro décadas. “La población va en aumento y hay que prever lo que va a pasar en los años venideros”, advirtió. También remarcó que el recupero de la inversión debería contemplar la realidad económica de los habitantes. “Es necesario establecer un sistema de pago por mejoras justo y equitativo, que contemple la capacidad contributiva individual, tal como lo establece la ordenanza 58/2022”, indicó.
El segundo eje del reclamo estuvo centrado en la prevención y respuesta ante incendios forestales, una problemática que expone a la comunidad a un riesgo permanente, según describió la vecina. “Gracias a Dios no tuvimos víctimas fatales en el incendio del año anterior, porque no tenemos cómo salir de emergencia de ese lugar”, expresó, y remarcó que el paraje cuenta con una sola vía de acceso y salida.
Al dar lectura al proyecto consensuado, explicó que el Alto Río Percy ha sido históricamente afectado por grandes incendios forestales. “Por su orografía, cobertura vegetal y actividad humana, representa un riesgo constante para la vida y el capital de los vecinos, con un recrudecimiento marcado en las últimas temporadas”, sostuvo. A esto se suma la alta afluencia de visitantes durante el verano.
Otro punto clave señalado fue la distancia con el casco urbano de Esquel. “La lejanía del Alto Río Percy respecto a donde se encuentran las bases operativas de Bomberos Voluntarios y del Servicio Provincial de Manejo del Fuego dificulta una respuesta temprana y eficaz”, advirtió. En ese marco, remarcó que la experiencia demuestra que la primera intervención local es fundamental para controlar un foco ígneo en sus inicios.
Por eso, el proyecto plantea la necesidad de dotar a la comunidad de herramientas para la autoprotección y la respuesta inicial, articulando con los organismos oficiales. “Es imperioso organizar a la comunidad y contar con recursos para la prevención y lucha contra incendios”, señaló, recordando que existen leyes provinciales que promueven la creación de consorcios con ese fin.
En el cierre de su exposición, Aravena puso el acento en la dimensión humana del reclamo. “Tenemos 70 familias que viven constantemente ahí, 20 que van y vienen, viviendas en construcción, niños y ancianos”, enumeró. Y concluyó con un pedido directo a los concejales: “Si ahora hay un incendio y no tenemos agua ni para tomar, no vamos a tener tampoco para apagar el fuego. Por eso venimos a plantearles esto y pedirles una solución lo antes posible”, enfatizó.























