La presidenta del Consejo Municipal de las Mujeres, Género y Diversidad, Graciela Avilés, realizó un duro balance del año y advirtió un preocupante incremento de los casos de violencia de género en la ciudad, en un contexto marcado por la falta total de recursos y el bloqueo al presupuesto asignado al área.
Según explicó, por primera vez en sus diez años de gestión el Consejo no pudo acceder a la partida presupuestaria de tres millones de pesos aprobada por ordenanza, lo que impidió la ejecución de programas clave como el de Gestión Menstrual y la realización de campañas de prevención de la violencia de género. “No hemos tenido acceso al presupuesto, no se pudo comprar nada. Por primera vez en diez años se trabajó totalmente desde la voluntad”, afirmó en diálogo con La Portada.
Avilés sostuvo que intentó conformar un equipo de trabajo comprometido, pero la falta de respaldo estatal terminó generando un fuerte desgaste. “La gente se termina yendo porque no hay nada para ofrecer más que la voluntad humana. Llega un punto que es muy desgastante”, expresó.
En ese contexto, señaló que el trabajo del Consejo se redujo a charlas en algunos espacios, participación en ferias educativas y tareas fuera de la sede, ya que “estar en el espacio físico sin ningún recurso es muy difícil”.
La funcionaria remarcó que el Consejo nunca contó siquiera con un teléfono y que la ausencia de políticas públicas nacionales, provinciales y municipales agrava la situación. “No hay acompañamiento real a las personas que sufren violencia. Muchas veces queda solo la escucha, y eso termina siendo frustrante tanto para quienes consultan como para quienes trabajamos, porque no podemos dar respuestas”, señaló.
Al mismo tiempo, alertó sobre “un incremento impresionante” de personas que se acercan a pedir ayuda, mientras los casos de violencia no disminuyen y no existen campañas de prevención.
En relación al vínculo con el Ejecutivo Municipal, Avilés cuestionó duramente al intendente Matías Taccetta. Aseguró que durante meses intentó sin éxito mantener una reunión formal y que, si bien en un encuentro informal recibió respuestas positivas, luego ninguno de los pedidos de compra fue aprobado. “El presupuesto quedó dibujado. Ninguna orden fue autorizada. El Programa de Gestión Menstrual quedó trunco y una queda mal ante la sociedad”, manifestó.
La presidenta del Consejo afirmó que presentó reiteradas notas solicitando insumos básicos como artículos de limpieza, librería y productos de gestión menstrual, pero nunca obtuvo respuestas favorables. “Después nos dicen que no ejecutamos el presupuesto, pero es porque ninguna orden fue aprobada. Me pregunto para qué lo ponen si no podemos acceder”, cuestionó, y no descartó evaluar la posibilidad de realizar una denuncia.
“Pido respeto”
Visiblemente afectada, Avilés aseguró que este fue “el peor año” desde que está al frente del organismo y reconoció que evalúa dejar el cargo. “Tengo que priorizar mi salud. No tiene sentido poner el cuerpo en un trabajo que no es respetado. No pido reconocimiento, pido respeto: no tener ni tinta, ni papel, ni artículos de limpieza es inadmisible”, remarcó.
También hizo referencia al impacto del contexto nacional y a la desarticulación de los espacios colectivos. “Los derechos se vulneran cada vez más y la sociedad está adormecida. Los colectivos se desarman, la lucha se vuelve individual y sostener estos espacios así es imposible”, expresó. “Estamos resignándonos a perder lo que habíamos conseguido. Administramos la pobreza más grande y eso es lo que significan hoy los derechos de las mujeres y las diversidades para el Ejecutivo”, lamentó.
Finalmente, Avilés fue contundente: “Nunca creí que íbamos a estar tan mal. Realmente el Consejo de las Mujeres tocó fondo. Cuando la comunidad quiera reaccionar, tal vez ya sea tarde, porque quienes sostuvimos estos espacios estamos agotadas y sin apoyo”, cerró.





















