Hoy, 26 de septiembre, es el Día del Bastón Verde. Mediante la Ley 25.682/2002 se adoptó, en todo el territorio de la República Argentina, el uso del Bastón Verde como instrumento de orientación y movilidad para las personas con baja visión, elemento que tiene iguales características en peso, longitud y empuñadura elástica que los bastones blancos.
La baja visión o hipovisión es una privación parcial de la vista que no puede ser corregida con anteojos, medicamentos o cirugía. Se considera que alguien la sufre cuando su resto visual está por debajo del 50 por ciento, teniendo en cuenta que el resto visual es el porcentaje de visión que una persona conserva y está compuesto por la agudeza, la capacidad de distinguir las formas y el campo, que es el ángulo de visión.
El 26 de septiembre es una fecha especialmente destinada a fomentar el uso del Bastón Verde pero también a difundir entre la comunidad toda, la necesidad de acompañamiento y colaboración que las personas con baja visión requieren.
Su uso es para personas que no han perdido totalmente la visión, pero la tienen muy limitada y pueden precisar ayuda en la vía pública. Sus posibilidades de desplazarse y actuar en el espacio varían mucho según la luz, el lugar y lo que haya en él.
Quizás pueden ver objetos a corta o mediana distancia, pero no pueden cruzar la calle solos. También pueden distinguir objetos a larga distancia, pero no de cerca.
Paola Gutiérrez, presidenta del Consejo Municipal de Discapacidad en Esquel, compartió una reflexión sobre este día y lo que significa el bastón verde para su vida diaria.
Verde, como te quiero, bastón verde. Oratoria de un bastón verde.
Me presento: soy “el bastón verde”. No soy ni un palo ni un “coso”. Soy un instrumento de orientación y movilidad para las personas con discapacidad visual o baja visión. Las personas que te mencioné me usan en cuanto salen de sus espacios conocidos. No quisiera agrandarme, pero soy la extensión de su brazo derecho, su apoyo y además su guía. Algunas personas me respetan y conocen la función que cumplo; sin embargo, otras me cruzan sin ver ni prestar atención a la persona que asisto.
Hoy, 26 de septiembre, es mi día y quiero agradecer a todas aquellas personas que colaboran para hacer más accesible y grata esta sociedad, donde mi usuaria/o pueda vivir dignamente, participando de todos los ámbitos de la vida social.
Como soy muy amable y afable, te dejo algunos consejos que seguro te servirán:
•No tapes las rampas con tu vehículo.
•No estaciones tu auto en la vereda.
•Deja tu vereda limpia de obstáculos.
•Nunca me toques ni me utilices como un juguete.
•Utiliza cinta antideslizante como señalética podotáctil en escaleras.
•Háblale a mi usuaria/o y pregúntale si necesita ayuda.
Y lo último: nunca me digas “no vas a poder”. Los límites solo los pone mi usuaria/o. Que la única barrera que tengan que sortear las personas con discapacidad visual o baja visión sea la ignorancia.
