Desde el 8 de marzo pasado, 5 traumatólogos de Esquel con un importante caudal de operaciones, no podían ejercer las intervenciones quirúrgicas a partir de un conflicto con el Círculo Médico del Oeste del Chubut. Fue luego de que decidieran abandonar el mencionado ente y se incorporaran a la Asociación de Traumatólogos del Chubut (ATOCH). Por esto, los cesaron de sus funciones en clínicas de la ciudad -la mayoría trabajaba en Los Alerces-.
Uno de los profesionales involucrados, Gustavo Rodríguez, reveló a La Portada que después de estos dos meses y medio “hablando todos los días, tratando de negociar y no llevarlo a legales”, la situación comenzó a destrabarse. “Intervinieron muchas asociaciones como la de Traumatología y Ortopedia de la Argentina, un Sindicato de Traumatólogos del que formamos parte también, e hicimos muchas reuniones”, detalló.
A partir de todo esto, indicó que tomó cartas en el asunto la obra social SEROS, por vía de su director, Adrián Pizzi. El funcionario “mandó una nota a las clínicas, diciéndoles que tenían que dialogar sí o sí, porque si no las iba a sancionar y ahí se abrió el panorama”.
Con la intermediación de SEROS, lograron conversar con los centros de salud mediante la representación de la ATOCH “para minimizar los conflictos”. Así fue como pudieron “derogar este acuerdo que tenían firmado para que no te dejen trabajar en ninguna de las clínicas si no estás en el Círculo Médico”.
Rubricaron un nuevo convenio entre las clínicas y el mencionado Círculo que les permite volver a trabajar. La semana pasada se retomaron las intervenciones en la Clínica Modelo. “En estos días vamos a ir hablando con las otras dos clínicas para ver si podemos trabajar ahí también, volver a nuestra normalidad y que los pacientes no tengan que irse a otro lado”, comentó.
Durante este período, algunos pacientes que tenían la posibilidad fueron a operarse a otras ciudades, como Trelew. Sin embargo, Rodríguez resaltó que eso les generaba muchas complicaciones, en tanto que otros mantenían la incertidumbre de no saber cuándo se podrían realizar la intervención.
Aunque el trabajo se interrumpió en marzo, añadió que muchas personas estaban aguardando desde febrero porque las operaciones habían sido programadas con bastante antelación.
En este marco, resaltó que lo ven como un logro porque no quebrantaron su voluntad de continuar perteneciendo a la Asociación de Traumatólogos de Chubut. “Eso quedó en claro, pero cada uno cobra por su lado. Yo cobro mis honorarios y las clínicas facturan por el suyo”, indicó.