Después de un año y medio, la Asociación “Pan y Esperanza”, integrada por jóvenes con discapacidad, encontró un lugar donde elaborar sus productos y desde el lunes comenzaron con las ventas. Se encuentran de lunes a sábado de 9 a 13 horas en La Casa del Churro, en Avenida Holdich 47. También iniciaron una campaña para juntar fondos y poder cumplir su tan ansiado sueño de la sede propia.
Los jóvenes de Pan y Esperanza hoy se encuentran felices por haber vuelto a trabajar. Fueron meses de mucha incertidumbre por no encontrar un espacio donde elaborar sus productos. Venían haciéndolo en la Escuela 510 pero el año pasado la actividad tuvo que ser suspendida por la pandemia.
Susana Pacheco, una de las integrantes y fundadora de la Asociación Civil “Pan y Esperanza”, manifestó en diálogo con La Portada que “los jóvenes estaban esperando por un espacio y, como siempre hay gente buena en este mundo, apareció Jorge Verón -propietario de La Casa del Churro- por intermedio de Horacio Quinteros que nos dio una mano muy grande y estamos muy agradecidos con él”.
Los jóvenes contarán con su propio espacio dentro del local de La Casa del Churro, ubicado en Avenida Holdich 47. Estarán elaborando y ofreciendo sus productos de lunes a sábado de 9 a 13 horas. Pan, pan de salvado, pizzas, pizzetas, facturas y las tortas fritas son sus principales especialidades.
“Hoy tenemos 10 jóvenes, este año se incorporaron 2 nuevos integrantes y no podemos sumar más por el cupo”, contó Susana, quien aseguró que todos están felices y ansiosos por este nuevo desafío.
Asimismo informó que iniciaron una campaña solidaria “Comenzado el sueño” para poder construir su propio espacio. “Desde hace tiempo venimos intentando gestionar, tanto a nivel nacional como provincial, la obtención de los fondos necesarios para dar inicio a la obra pero como no hemos obtenido respuestas positivas, decidimos recurrir a esta cruzada solidaria”, explicó la fundadora de Pan y Esperanza.
Quienes puedan colaborar podrán hacerlo a través de diferentes links de Mercado Pago, los cuales se pueden encontrar en la página de la Asociación en Facebook. Habrá un mínimo de 300 hasta 5 mil pesos. Todo el dinero recaudado será destinado a la compra de materiales para la base del edificio proyectado. “Necesitamos un lugar donde poder desarrollar nuestros conocimientos adquiridos a lo largo de estos años. Por eso acudimos una vez más al acompañamiento de esta sociedad tan solidaria y generosa que tanto nos ha apoyado. Es la única manera de poder cumplir el sueño de estos jóvenes”, expresó.
Por su parte, Jorge Verón, propietario de La Casa del Churro, se mostró muy contento con este nuevo proyecto que emprende junto a los jóvenes de Pan y Esperanza. “La idea surgió más que nada por la situación laboral que estamos pasando, al mermar un poco el trabajo, disponíamos del mediodía libre, entonces qué mejor que darles este espacio a los chicos que tienen tantas ganas de trabajar, tanto incentivo y tanto respeto por lo que hacen”, destacó.
Asimismo aclaró que la Asociación contará con su propio espacio donde estarán sus productos identificados como corresponde. “Me hablaron muy bien de sus tortas fritas así que nosotros vamos a dejar de elaborar las nuestras y los productos en los que ellos se especializan”, explicó.
Señaló también que en el ticket estarán diferenciados los productos para que la gente se quede tranquila de que el 100% de su valor irá para ellos. “Susana junto a otros padres son la cara visible y se van a respetar todos los protocolos como lo hemos venido haciendo hasta ahora”, dijo.
Por último Verón sostuvo que “nosotros queremos que esto sea algo buena para todos y también vamos a acompañar en la campaña para que ellos puedan cumplir el sueño de tener su propio local. La vienen remando hace mucho tiempo, hace un año y medio que están sin elaborar y tienen muchas ganas de trabajar, así que les pedimos a todos que apoyen este proyecto”.