El productor cervecero Randal Williams junto a su socia Pilar Canevari emprenden una nueva aventura, la apertura de “Cavendish, la guarida de Heiskel”, un bar cervecero en pleno centro de la ciudad. El lugar elegido es el emblemático e histórico local donde funcionaba la parrilla de la Española. Habrá variedad de cervezas, una amplia propuesta gastronómica y cafetería, todo con producción local.
La Cervecería Heiskel abrió sus puertas en 2008, en Chacabuco 2311, donde funciona en la actualidad. “Fue el primer bar con cerveza artesanal en Esquel”, recordó Randal Williams en diálogo con La Portada. Sin embargo la llegada de la pandemia lo obligó a cerrarlo y a dedicarse a la producción para la venta en bares y al público como centro de recarga.
“Cerramos porque en ese momento no estaban dadas las condiciones y no había vacuna. Hoy nos encontramos con un panorama distinto, hay un plan de vacunación en marcha que nos permitirá tener una cierta normalidad en un tiempo, así que decidimos reabrir el bar”, confió.
Antes de emprender el proyecto, Randal hizo una encuesta entre sus clientes y amigos para ver dónde preferían que estuviera el bar y la respuesta fue contundente. Todos coincidieron en que debía estar en el centro. No fue fácil encontrar el lugar indicado para este tipo de emprendimiento pero lo hicieron y será en el emblemático local donde funcionó la parrilla de la Española y luego el centro cultural.
“Es una apuesta grande, pero no la hacemos solos y por eso se llama “Cavendish, la guarida de Heiskel” porque es en sociedad con Pilar Canevari, empleada de la fábrica desde hace un montón de tiempo y ahora pasa a ser socia”, contó el productor cervecero.
Asimismo aclaró que la fábrica Heiskel continuará funcionando como hasta ahora a la par del nuevo bar. Calcula que la apertura será en agosto porque los trabajos en el local se encuentran un poco demorados. “Tenemos muchas cosas para mejorar porque el lugar estuvo muchos años desocupado y está muy venido abajo. Hay que hacer un nuevo tendido eléctrico, arreglar las cañerías de gas y luz, los techos, la humedad en las paredes y los baños”, detalló.
Randal adelantó que este nuevo emprendimiento apoyará la producción local. “Va a ser un bar con veinte canillas de cerveza con todas las variedades de Heiskel y además le vamos a comprar a todos los productores locales habilitados. También estamos conversando con los viñedos de la zona para ofrecer sus vinos y con La Alazana por el whisky”, reveló.
También ofrecerá una amplia propuesta gastronómica con platos calientes, platos del día, minutas y cafetería. “Queremos tener un bar con producción local porque estamos convencidos de que hay que comprar productos locales para ayudarnos entre todos”, destacó.
Al igual que en sus comienzos y cuando lo permita la situación epidemiológica, Randal espera que el bar también pueda ser un espacio cultural para los artistas locales. “Deseamos que pronto podamos volver a una cierta normalidad. Hay mucha expectativa por parte de nuestra familia, amigos y clientes del bar que están esperando la apertura”, expresó.
El productor cervecero aseguró que vivieron meses muy duros y que no fue fácil sostener el emprendimiento. “Nos quedamos sólo con la parte de producción como punto de recarga y venta de insumos para cerveceros. Algo se movió pero no hubo tanta demanda. Hace 4 años atrás yo estaba en una producción de 8 mil litros de cerveza por mes y hoy no llego a 2 mil porque se resintió mucho el consumo, pero lo importante es que estemos todos bien y que podamos salir adelante nuevamente”, cerró.