La esquelense que surgió de la Escuela Municipal de Handball y actualmente juega en Ferro Carril Oeste fue convocada para integrar el seleccionado mayor que disputará el Mundial en Japón desde el 30 de noviembre al 15 de diciembre.
Luciana Codesal nació en Esquel y hoy se encuentra viviendo en Buenos Aires donde estudia la carrera de Ingeniería Biomédica. A los 10 años comenzó a jugar al handball, se formó en la Escuela Municipal y actualmente defiende el arco de Ferro Carril Oeste de Buenos Aires donde se coronó campeona en la última temporada 2019.
Con 14 años fue convocada a la Selección Argentina y desde entonces no ha dejado de vestir la celeste y blanca. Hoy entrena con el plantel mayor y ha sido convocada para el Mundial de Japón que se disputará del 30 de noviembre al 15 de diciembre.
“Estoy muy feliz, la verdad es una locura para mi estar viviendo esto”, expresó la joven deportista en diálogo con La Portada tras conocerse la convocatoria.
El técnico Eduardo “Dady” Gallardo confirmó el listado de 18 jugadoras que tomarán parte del Mundial Femenino en Kumamoto (Japón) para representar a Argentina en su 10° Mundial, el noveno de manera consecutiva.
El elenco nacional partirá el 17 de noviembre hacia España para realizar una serie de entrenamiento y partidos amistosos y luego viajará directamente a Tokio para la preparación final.
Luciana sostuvo que gracias a los torneos que jugó en Esquel logró integrar la Selección de Chubut con sólo 13 años y ser convocada a la Selección Argentina en Categoría Menores con 14. Hoy lleva seis años consecutivos vistiendo la celeste y blanca. “Para mí esto era impensado porque vengo del interior donde todo se hace más difícil”, expresó en una entrevista a este medio.
Desde sus inicios eligió el arco y reconoció que es un puesto que requiere de mucha actitud, una condición que a ella nunca le ha faltado dentro de la cancha. “No era muy buena jugando y el arco es lo que todo el mundo esquiva porque les da un poco de miedo la pelota así que me metí ahí y no salí más”, explicó. Sin embargo reconoció que “es una posición muy difícil porque una decisión del arquero es determinante, puede quedar expuesto y es complicado mantenerse arriba psicológicamente durante un partido”.
Por último, Luciana contó que la clave de su presente deportivo ha sido la actitud, la perseverancia y el entrenamiento. “Uno cuando persigue un sueño y se encuentra con alguna dificultad, tiene que esforzarse y poner lo mejor de sí porque las cosas llegan en algún momento. No importante de dónde seas ni dónde juegues, nunca hay que darse por vencido”, cerró.
