Ella es conocida por su faceta de cantante, sin embargo en los últimos meses comenzó a participar de las manifestaciones de los trabajadores estatales en su condición de delegada de los auxiliares de educación de la Escuela N° 791 donde trabaja luego de desempeñarse 8 años en las residencias estudiantiles de la localidad de Trevelin.
En esta entrevista con La Portada, Marisa Pérez Serrano, relata sus inicios como cantante de folklore, tango, blues, pop, melódico rock y jazz, y el compromiso asumido desde el ámbito sindical. Adelanta que, con el asesoramiento del Consejo Municipal de la Mujer, se organiza una Fundación que atenderá a familiares de víctimas de abuso físico y psicológico.
La Portada: ¿Desde cuándo se dedica al canto?
Marisa Pérez Serrano: Desde 1986 y surgió como una cuestión familiar porque mi abuela de joven solía cantar y también mis tíos. Mi padre cuando era joven participó en una orquesta. Desde chiquita escuché todo tipo de música, pero me prendó mucho en su momento Marité Berbel y descubrí que algo me movilizaba para cantar. Empecé, como casi todos, con folklore en una peña de la Escuela N° 54 en el Día de la Tradición. Había gente allí que me conocía de cantar en los grupos de la Iglesia. En ese momento, en Esquel, era la única mujer que cantaba. Con la Asociación Folklórica Esquel (AFE) hacíamos recorridas en las fiestas regionales.
L.P: Cómo fue la experiencia de cantar en La Trochita?
M.P.S: Canté 12 años en La Trochita en dos etapas. Al principio éramos dos y después nos turnábamos para cantar. Allí comencé a cantar solo con el cultrún sin acompañamiento de otro instrumento. Fue una experiencia muy enriquecedora cantar sobre los vagones con todo el ruido, la gente y el movimiento haciéndolo casi a capela. El contacto con la gente siempre fue muy bueno ya que recibían la presentación con agrado y emoción. Daban las gracias por brindarles ese momento y una se sentía plena porque se podía aportar algo a la ciudad desde lo turístico con la revalorización de la cultura mapuche.
L.P: ¿Cree que la música patagónica logró un lugar a nivel nacional?
M.P.S: Creo que logró un espacio con figuras patagónicas que lucharon muchos años yendo a las peñas de Cosquín. Yo fui con Patagonia Epú. Estaban Hugo Giménez Agüero y Rubén Patagonia con quienes compartimos momentos maravillosos. La música regional patagónica, para lograr ser reconocida como tal, sufrió mucho ninguneo. Los santiagueños hicieron muy bien su trabajo con la chacarera y el auge que tienen. Hubo otras regiones como la música andina a la que le costó muchísimo. A algunos hasta les cortaban el sonido en Cosquín. Llegar allí es el sueño de todo folklorista, pero en mi caso al ver el negociado que existe me entristeció. Es una guerra de las empresas discográficas para ver quien sube al escenario a su pollo por más tiempo. Pocos subimos por el esfuerzo del trabajo y miramos esas situaciones desde afuera.
L.P: ¿Cuál sería su mayor aspiración como cantante?
M.P.S: Mi aspiración era compartir escenario con Mercedes Sosa y estuvimos muy cerca. Ella cantó la misma noche en el Teatro San Martín, pero no nos cruzamos porque “La Negra” siempre estaba rodeada de mucha gente.
L.P: ¿Por qué decidió tomar un rol más activo en su lugar de trabajo en la Escuela N° 791?
M.P.S: Siempre tuve esa intención y participaba escuetamente, por cuestiones familiares, de las luchas que son dignasporque corresponde luchar por los derechos de todos.Era algo que estaba pendiente y en Marzo de este año comencé a trabajar en la Escuela. Allí surgió la posibilidad de presentarme como delegada de mis compañeros auxiliares de educación.
L.P: ¿Considera que los auxiliares de educación lograron mayor conciencia de clase trabajadora y se animan a realizar reclamos?
M.P.S: Creo que el trabajador, como en muchos otros sectores, se ha ido empoderando. Pudo levantar su voz ante aquellas cosas que cree injustas lo cual me parece perfecto. Antes uno no era consciente de la posibilidad y hoy se tiene gracias a Nancy Márquez y Mariela Oliva quienes tomaron la posta como delegadas de ATE representando a los auxiliares. Se comenzó a ganar territorio en la lucha y se lograron muchas cosas como el Convenio Colectivo de Trabajo que es muy importante.
L.P: ¿Cuál es su rol en el Consejo Municipal de la Mujer?
M.P.S: Soy colaboradora y hace unos años hice en Buenos Aires los contactos con el Consejo Nacional de la Mujer para organizar un encuentro regional. Estuve abocada a tratar de sobrevivir y no pudiendo participar de cosas que considero muy importantes desde lo social. Hoy la vida me da la revancha de participar de las cosas que me gustan. Estamos trabajando también en la conformación de una Fundación para familiares de víctimas de abuso. Somos un grupo de mujeres, pero la invitación es para todas las personas que sientan de alguna manera que son víctimas de abuso físico y psicológico para que sean contenidas. Tenemos el apoyo incondicional del Consejo Municipal de la Mujer y de especialistas. Queremos ver también por qué se cierran tantas causas con sobreseimientos. Por otro lado, en el Consejo de la Mujer, los días martes nos reunimos a cantar porque sabemos que la música sana.
L.P: ¿Qué mensaje dejaría a las mujeres a pocos días del Encuentro Nacional que se realizará en La Plata?
M.P.S: Me hubiera encantado ir. Animo a todas las mujeres y hombres porque estamos tomando una conciencia más inclusiva y eso es muy importante. La diversidad de género nos la están enseñando los chicos. Todo lo que podemos decir, cuando nos agrupamos, tiene poder. Si levantamos la voz entre todas no van a poder con nosotras.