Alumnos de 4° de la escuela 112 tomaron muestras en la zona del barrio Matadero del agua del arroyo Esquel y las enviaron a un laboratorio determinar la presencia de microorganismos. Sorpresa y alarma se llevaron cuando conocieron los resultados.
El Instituto de Microbiología Clínica determinó en base a la muestra tomada del arroyo Esquel en la zona del barrio Matadero que el agua bacteriológicamente no es apta para consumo humano y tampoco es apta para actividades recreativas con contacto directo.
El estudio fue costeado por la escuela 112, a partir de un trabajo de Ciencias Naturales impulsado por la docente Claudia Galván, quien junto a los estudiantes de 4° arrancaron el año trabajando sobre los microorganismos. Primero fueron caminatas por las márgenes del curso de agua a la altura del barrio Ceferino y Matadero, para después recorrer el arroyo desde la zona de la Cascada.
La sospecha era que el agua no estaba en condiciones de ser bebida o incluso utilizada para la preparación de alimentos, pero nunca que podía traer riesgos para los vecinos de este sector de la ciudad.
“A principios de año el equipo intercultural bilingüe propuso que trabajemos con alguna temática referida al arroyo Esquel, y desde el área de Ciencias Naturales se me ocurrió trabajar con los microorganismos, pensando en que muchos niños comentaban que suelen pescar y comer las presas que pescan”, recordó Galván. “Nos preguntábamos si el agua estaba apta y de ahí surgió la problemática de empezar a investigar, y comenzamos con una caminata por el arroyo acompañados por Benjamín Lobos, que está en la agrupación Amigos de la Cascada”.
“Hicimos toda la caminata bordeando el arroyo y se tomaron muestras, una al principio y otra al final, que después se llevaron al laboratorio para analizar. Después en la escuela se abordaron diferentes hipótesis, en base a los posibles resultados, entre otros trabajos. Pero cuando llegó el momento de recibir los resultados de las muestras, surgió que en la Cascada había 25 colonias de escherichia coli. Ahí se trabajó sobre lo que era la escherichia coli, lo que era una colonia, analizando que el agua no estaba apta para consumo pero sí para bañarse”.
Galván hizo hincapié en la preocupación de los chicos, muchos de los cuales son vecinos del arroyo. “El tema fue cuando recibimos las otras muestras y vimos que había más de 500 colonias de escherichia coli, por lo tanto, no estaba el agua apta para consumo ni para actividades recreativas. Ahí los chicos se súper espantaron, y empezamos a ver que era la escherichia coli, las enfermedades que transmite. Volvimos al arroyo para ver la cantidad de residuos que había”.
Fueron los mismos chicos “los que comentaban el mal hábito que tienen las personas y que tienen que empezar a aprender. Que cada vez que muere un perro la mamá lo tira al arroyo, o tiran la basura de la casa”.
Análisis del agua
Apuntó que “la escuela ayudó a pagar el estudio que se hizo en uno de los laboratorios más serios de Esquel. Donde en forma previa nos explicaron cómo se tenía que hacer, después filmaron el proceso, realizando un trabajo objetivo y de manera profesional. Allí nos dieron material para leer y estar informados sobre el tema del consumo del agua
Todo esto lo venimos trabajando a lo largo del año”.
Confió que junto a los alumnos de 4° de la escuela 112 “teníamos la intriga de saber si el agua era buena, si era saludable consumir los pescados o jugar en el arroyo. Porque en la caminata nos encontramos perros muertos y hasta televisores. Y el estudio arrojó que el agua no está para consumo ni para nada, está muy contaminada en la zona donde viven los nenes. Mientras que en la zona de la casada el agua sí es apta para actividades recreativas”.
Desde que recibieron los resultados del estudio, Galván manifestó que tomó contacto con autoridades municipales para pedir acciones para mitigar la contaminación. “Estuve en Ambiente y conté todo lo que venimos haciendo. Incluso pedimos tachos de basura para el arroyo, pero nos dijeron que no, que antes había y se terminaban desbordando. Pedimos que pongan los tachos enfrente del arroyo, en cada esquina, ahí nos dijeron que no había plata. O sea que son muchas puertas que también se cierran”.
No obstante, “no perdemos la esperanza, entiendo que la gente se va a empezar a movilizar, que los vecinos del barrio van a realizar acciones para cambiar esto. Nosotros pensamos trabajarlo a largo plazo, de manera institucional. Que año a año los grados se enganchen para trabajar y el arroyo se mantenga como un espacio para jugar, porque es su lugar y lamentablemente está mal usado”.
Campaña de concientización
“Junto a los alumnos estamos trabajando ahora en una campaña de concientización. Se hicieron folletos para repartir, son 300 copias con un tríptico donde cuentan lo que se investigó, lo que tiene el arroyo, y cómo los vecinos pueden revertir la situación actual, recomendando algunas acciones. Vamos a hacer una caminata partiendo de la Irigoyen hasta la 25 de mayo con los Amigos de la Cascada. Vamos a hacer ahí una limpieza por el arroyo, repartiendo folletos y poniendo cartelería que vamos a hacer con los chicos. También hicieron un spot publicitario mostrando la situación del arroyo”.