Por Facundo Iturrioz, Licenciado en Comunicación Social.
Las últimas elecciones PASO son consideradas una encuesta. Como se suele decir, una foto. Pero una foto que es necesario entender como un instante en el transcurrir de una película. A tener en cuenta algunas consideraciones.
El resultado es algo que varios se pueden atribuir como positivo, y dependerá del punto vista de cada fuerza. El oficialismo provincial, por ejemplo, tuvo al candidato más votado, Mariano Arcioni (31,72%), pero su fuerza quedó segunda. Muy lejos por detrás, en el tercer lugar, quedó Cambiemos (14%), lo que en principio podría entenderse como un nuevo golpe a las aspiraciones de reelección del gobierno nacional o de ganar al menos en Chubut. En tanto, Carlos Linares (16,45%) se quedó con la interna del Frente Patriótico, superando a su contrincante Gustavo Mac Karthy (12,51%) e incluso a Gustavo Menna. Finalmente, su fuerza quedó como la más votada en Chubut (32,47%). La sensación que queda es que la gran responsabilidad la tiene el peronismo, quien deberá verificar si su techo está por encima o no, de la aclamada unidad.
Por su parte, Arcioni tiene el desafío de ampliar su rendimiento si quiere volver a ser el candidato más votado y deberá convencer al electorado de que su gobierno puede funcionar bien tanto con Mauricio Macri, como con Cristina Fernández de Kirchner, en un futuro gobierno nacional. Aquí el riesgo es, como se sabe, que no se puede estar bien con dios y con el diablo. Por lo que para mantener el equilibrio deberá caminar por una delgada línea.
Un dato no menor, es la cantidad de gente que no votó (29,69% no participó), o votó en blanco (10,75%). En las generales se espera que esto cambie y aumente la concurrencia a las urnas, llevado por el interés general de influir sobre alguno de los candidatos.
En Esquel, la lectura es similar pero con características propias que le agregan un contenido particular. Una de ellas, es que el candidato del gobierno provincial y ganador de la primera contienda, Crhistian Pasquini (24,66%), ganó con un porcentaje menor que Arcioni en Esquel (29,33%), lo que delata un corte de su boleta. Finalmente, se ubicó a 3 puntos por encima de Sergio Ongarato (21,44%) y 5 puntos de Flavio Romano del Frente Vecinal (19,72%) y el Frente Patriótico en su conjunto (19,71%).
El actual intendente demostró una caída en la aprobación de la gente a su gestión, arrastrado por el gobierno anti popular de Macri, y una serie de desaciertos en cuestiones netamente municipales. El Frente Patriótico, definió su interna a favor de Norma Arbilla (12,53%) sobre Ricardo Bestene (7,17%). Si bien quedaron cerca sus adversarios, se entiende que fue una elección muy difícil para el justicialismo y sus aliados, aunque saben que juntos, tienen chances de continuar en carrera y salir a recuperar los votos peronistas.
Lo particular de Esquel, como se dijo más arriba, viene dado por una fuerza que ha logrado convocar a un electorado disperso e inconforme con los oficialismos de hoy y de ayer. El Frente Vecinal, se perfila, a priori, como el partido que podría convocar el voto de un amplio espectro -de izquierdas a derechas- y ayudado por la ventaja (¿?) de no llevar candidato a gobernador. ¿Será el momento para que esta fuerza pase de ser un contra poder a convertirse en gobierno? Como todas las preguntas que nos podemos hacer sobre los resultados de las elecciones de junio, será la gente, con el poder de su voto, la que decida quienes serán los responsables de comandar los destinos de nuestra ciudad y provincia los próximos 4 años.
*Los datos corresponden al escrutinio definitivo, del sitio datosoficiales.juschubut.gov.ar