Los prestadores turísticos de la cordillera y, en especial, los administradores del centro de actividades de montaña “La Hoya” cruzan los dedos bien fuerte para que el pronóstico de los próximos días finalmente se cumpla y la nieve caiga sobre la zona.
Un invierno atípico se vive en la región. No hay dudas. El frío pasó de largo durante las últimas semanas, instalándose incluso temperaturas por arriba de lo habitual para la época del año. El sol ganó espacio. Este fenómeno impactó de lleno en la actividad turística que tiene al producto nieve como puntal.
La notable ausencia de frío (y de nevadas sólidas) golpeó de lleno en el turismo, que ya venía de capa caída producto del frágil estado de la economía en la Argentina, con precios poco competitivos en relación a gigantes como Brasil por ejemplo.
Una leve luz de esperanza se abrió ahora con el pronóstico registrado para las próximas horas. Según marca el Servicio Meteorológico Nacional, desde el jueves a la noche y hasta el sábado habrá un descenso en la temperatura, acompañado de nevadas.
Habrá que esperar para saber si efectivamente llega la nieve a la zona y la temporada invernal repunta, al menos un poco. La preocupación entre los prestadores es grande ya que los porcentajes de ocupación están muy por debajo de lo esperado. Julio, ya perdido.